¡Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, que por tu santa Cruz redimiste al mundo!
Comenta el M. I. Sr. D. José Antonio Gil Sousa
Hoy, segundo día de la novena al Santo Cristo, celebramos el cuarto domingo de Pascua.
En la primera lectura (Hech.4,8-12) Pedro afirma rotundamente que la curación del paralítico ha sido debida al nombre de Jesucristo Nazareno, resucitado. Él es el único que tiene poder bajo el cielo para salvar. Ningún otro puede salvar
El texto de la primera Carta de Juan (IJn.3,1-2) nos invita a contemplar el amor del Padre que nos ha hecho hijos suyos. Un día se manifestará plenamente lo que somos. En efecto, «seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es».
El Evangelio que se proclama hoy (Jn.10,11-18) recoge estas palabras de Jesús: «Yo soy el buen Pastor.
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| Puerta del sagrario de la capilla del Santo Cristo |
El buen Pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas».
Jesús no solo se llama «buen Pastor», sino que lo es de verdad.
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| La ternura de Dios |
Lo ha demostrado al dar la vida por sus ovejas. Ellas le conocen y escuchan su voz. Jesús conduce a sus ovejas a los mejores pastos y las defiende ante cualquier peligro. Él quiere que sus ovejas tengan vida y la tengan en abundancia. Jesús llama cada oveja por su propio nombre.
“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Cristo Nuestro Señor. AMÉN.
¡Que el Santo Cristo os bendiga!
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