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Solemne novena a San Martín de Tours en el 1700 aniversario de su nacimiento.

Uno se vuelve popular cuando hacen cosas im¬portantes sin atribuirlas a su persona. Cuando el que actúa peca de inmodestia, se hace repe¬lente. En cambio quien sigue los consejos del Evangelio, sabe que las buenas obras que pueda realizar han de contribuir a que el Señor sea más conocido y amado. En lo que res¬pecta al hombre, al realizar obras buenas, ha de hacerlas sin buscar la alabanza de los hom¬bres: de lo contrario, el Señor podrá considerar que, lo que había reservado a su cuenta, ya lo satisficieron los hombres con su alabanza. Martín se hizo cercano y acogedor ya de jo¬ven, cuando, siendo catecúmeno y militar, compartió su capa con un mendigo que pa¬saba a su lado. Después, ya cristiano, ha tenido en cuenta los consejos evangélicos, cosa que ha prodigado siendo monje y más adelante como sacerdote. Esa actitud se hizo todavía más digna cuando fue elegido Obispo. Cuando está para morir, se pre¬ocupa de estrechar su unión con Dios y lucha denodadamente contra el diablo, al que per¬cibe de cerca como tentador. Al fin, muere en paz, lleno del gozo del Espíritu. Entonces su popularidad se dispara, y en adelante los cre¬yentes venerarán como Santo e incluso como mártir a Martín.

Intención para este día: ser portadores de la Buena Noticia con palabras y obras para los de cerca y para los de lejos.]]>

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