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Novena a san Martín de Tours

Día 6º.- Martín, Obispo de Tours:

Tema: Martín elegido obispo de Tours.

«Con la espada podía vencer a los enemigos materiales. Con la Cruz estoy derrotando a los enemigos espirituales»

Neste día, Señor, en que facemos

de Martiño de Tours memoria santa,

traémosche, de amor ofrenda humilde,

da gratitude as flores perfumadas.

Pola oración,

que en monacal unión lle segue o traballo,

gracias, Señor.

Polo Pastor,

que os seus apacentou con forte brazo,

gracias, Señor.

Polo esplendor

da gloria que refulxe nos teus santos,

gracias, Señor.

E polo ardor

que a túa gracia lle regala ó ser humano,

gracias, Señor.

Neste día, Señor, en que facemos

de Martiño de Tours memoria santa,

traémosche, de amor ofrenda humilde,

da gratitude as flores perfumadas.

Tours fue una ciudad importante desde la época de los galos como lugar de paso gracias a los puentes sobre el río Loira. Los galos que habitaban en este sitio se llamaban turonos y fueron ellos quienes dejaron su nombre a la ciudad (Civitas Turonorum). Una de las personalidades más notables fue Martín de Tours, según nos cuenta Gregorio de Tours del siglo VI en su Historia de los Francos. San Martín llegó a ser Obispo, no por voluntad propia, sino por aclamación popular. En aquel tiempo era normal que para la elección de obispos se fijasen en los monasterios en donde estaban los mejor formados y los más avezados en la vida espiritual para poder enseñar, santificar y gobernar al Pueblo de Dios con el servicio del amor y la caridad solidaria para con todos y de forma especial para con los más necesitados. La vida pastoral del obispo Martín se caracterizó por la evangelización y la transformación de las costumbres paganas, combatiendo las teorías gnósticas y maniqueas de Prisciliano y de Arrio. Martín condena las herejías, pero perdona a los herejes. Juan 10, 11- 14: “Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersas; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen”. Oramos: “Señor Dios nuestro, que infundiste en San Martín de Tours espíritu de verdad y amor para apacentar a tu pueblo, concede a cuantos celebramos su memoria crecer en santidad, imitando su ejemplo”. Por Cristo nuestro Señor. (Cfr. Misal Romano, Común de Pastores).]]>

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