Misa crismal
La misa crismal, en la cual el obispo, que concelebra con su presbiterio, consagra el santo crisma y bendice los demás óleos, es una manifestación de la comunión existente entre el obispo y sus presbíteros en el único y mismo sacerdocio y ministerio de Cristo. Para esta misa se convocan a todos los sacerdotes de los distintos arciprestazgos de la diócesis para concelebrar con el obispo, y para ser testigos y cooperadores en la consagración del crisma, del mismo modo que en el ministerio cotidiano son sus colaboradores y consejeros. Conviene que se invite encarecidamente también a los fieles a participar en esta misa, y que en ella reciban el sacramento de la eucaristía. La misa crismal se celebra, conforme a la tradición, el jueves santo por la mañana. Sin embargo, si es difícil para el clero y el pueblo reunirse aquel día con el obispo, esta celebración se anticipa en Ourense al miércoles santo por la tarde, con retiro para los sacerdotes en la parroquia de Santa Eufemia, de cinco a siete de la tarde, y con la misa crismal en la S. I. Catedral a las siete de la tarde. El nuevo crisma y el nuevo óleo de los catecúmenos se han de utilizar en la celebración de los sacramentos de la iniciación en la noche pascual. La recepción de los óleos sagrados en las distintas parroquias puede hacerse o antes de la celebración de la misa vespertina «en la Cena del Señor», o en otro momento más oportuno. Esto puede ayudar a la formación de los fieles sobre el uso y efecto de los óleos y del crisma en la vida cristiana. ]]>