Tercer día de la novena al Santo Cristo de Ourense
Día 27 de abril
La promesa de la bendición de las tierras y de la descendencia
Abrahan y Sara reciben la promesa de Dios: nuevas tierras y una descendencia sin fin para su pueblo. El Mesías aparece en perspectiva de salvación (Marko Rupnik, Manrresa).
Buscar la Vida es encontrar a Cristo Pan de Vida, inmolado en la Cruz.
En el Evangelio, el Señor nos dice: El pan que yo daré es mi propia carne para la vida del mundo. Hablaba así al mismo tiempo de su donación en la cruz, perpetuada sacramentalmente en la Eucaristía. La Palabra que el Padre dirige al mundo es el verdadero alimento del hombre, es el «pan del cielo» y, Jesús, como Palabra es este pan, y lo es como Palabra hecha carne y sangre. En la Eucaristía hay que escuchar en la fe la Palabra encarnada pues el pan que recibimos es también esta Palabra encarnada: «escuchar, creer y comer» son una misma cosa.
“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones del Sr. Obispo.