San Joaquín y Santa Ana

El protoevangelio de Santiago atribuye estos nombres a los padres de la Virgen María. Su culto está unido a la devoción mariana. Ambos esposos, en la tradición de la Iglesia, son prototipo de las bendiciones divinas. Hoy tenemos un recuerdo especial para todos los abuelos que, ayudando a criar y a educar a sus nietos, son para sus hijos una bendición de Dios.

San Joaquín y santa Ana con la Santísima Virgen, obra de Castro Canseco en la capilla del Santo Cristo de Ourense. Arriba, San José con el Niño en los brazos.
«Señor, Dios de nuestros padres, tú concediste a san Joaquín y a santa Ana la gracia de traer a este mundo a la Madre de tu Hijo; concédenos, por la plegaria de estos santos, la salvación que has prometido a tu pueblo».
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