8 – XII – 2024
El franciscano Duns Escoto nos recordaba esta doctrina, creída y rezada, con el siguiente silogismo sobre Jesucristo, Dios y hombre verdadero que quería una madre inmaculada y que pudo tenerla, … Y dice: “Pudo, porque era Dios. Quiso, porque era Hijo. Luego lo hizo, porque era Dios y también Hijo”.
El pueblo de Dios reza a María Madre Inmaculada: Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto, en tus manos encomiendo mi fe para que la ilumines. Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto. en tus manos encomiendo mi esperanza para que la alientes. Dios te salve, María, llena de Dios Espíritu Santo. Virgen purísima después del parto, en tus manos encomiendo mi caridad para que la inflames. Y concluye la oración, diciendo: “Dios te salve, María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad, concebida sin mancha de pecado original”.