Fiesta de la Inmaculada Concepción de Santa María
Misa estacional en la S. I. Catredral, a las 12.00 horas
El dogma de la Inmaculada Concepción (o Purísima Concepción) sostiene que María, Madre de Jesús, estuvo libre de todo pecado desde el primer instante de su concepción y no fue alcanzada por el «pecado original».
Capilla de la Inmaculada en la girola de la Catedral |
Del santo Evangelio según san Lucas 1,26-38
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.En el XI Concilio de Toledo, año 653, el rey visigodo Wamba tenía el título de «Defensor de la Purísima Concepción de María», abriendo así una línea de fieles devotos entre los reyes hispanos.
Sacerdotes concelebrantes |
El rey Carlos III, muy afecto a esta advocación mariana, creó una orden en su nombre (la Orden de Carlos III) y la declaró patrona de sus estados.
Desde el siglo XIV existen referencias de cofradías en honor a la Inmaculada.
En el siglo XVI se revitalizará este fervor con numerosas cofradías constituidas bajo la advocación de la Pura y Limpia Concepción de María, hermandades dedicadas a las labores caritativas y la asistencia social.
Desde 1644, la Fiesta de la Inmaculada Concepción fue “fiesta de guardar” en todos los reinos de su Majestad Católica; desde 1708, por orden del Papa Clemente XI se declaró “fiesta de guardar” en toda la Iglesia Católica.
España celebra a la Inmaculada como patrona y protectora desde 1644, siendo el 8 de diciembre día festivo de carácter nacional.