San Juan María Vianney, presbítero
1829 – 1925
Día 4 de agosto de 2025
El Señor lo eligió como su sacerdote, para ofrecer el sacrificio de alabanza.
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres y curar a los contritos de corazón (Lc.4, 18).
A pesar de sus múltiples intentos de huir a la vida contemplativa, el pueblo de Ars se opuso siempre; por eso en todas las representaciones del sacerdote Juan María Vianney lo encontramos revestido con la sobrepelliz y una estola. Sus cualidades hicieron que Ars fuera un punto de peregrinación de gente que buscaba su consejo: «Hijos míos –les decía–, vuestro corazón es pequeño, pero la oración lo engrandece y lo hace capaz de amar a Dios. Las penas se funden ante una oración bien hecha, como la nieve ante el sol» (Catequesis sobre la oración).
Queremos aprender, Señor, a ser solícitos, a no desentendernos de las necesidades de los demás, a compartir lo que somos y tenemos.