Cuarto día de novena
Sólo en circunstancias especiales, como cuando realizamos un largo camino sin problemas de tiempo, disponemos de espacio suficiente para una reflexión pacífica y tranquila. El caso es que esa reflexión, llevada a cabo con una cierta frecuencia, es absolutamente necesaria para el hombre que desea ser sensato según Dios.
Cuando uno reflexiona en un ambiente de paz, está mucho mejor dispuesto que los de-más para percibir en los signos lo que él quiere de nosotros. Y de este modo podremos seguir su voluntad. De aquí la importancia de buscar a menudo momentos de encuentro con el Señor.
Los Santos tienen de mano al Señor: no sólo los que ya han llegado a la gloria celestial, sino también los que están todavía en esta tierra. Nosotros hemos de valorar la ayuda de los Santos, pero conscientes de que la última palabra la tiene el Señor, que siempre quiere lo mejor para el hombre.
Intención de este día: buscar en todo momento un tiempo de reflexión y oración íntima para encontrarnos con el Señor.]]>