Los cristianos de Tours eligieron a Martín en el año 371, para ser su Obispo. Aprovecharon la circunstancia de que iba a atender a un enfermo. El Obispo Martín no por ello deja de ser monje, sino que integra en su personalidad la vivencia de la fe propia del contemplativo, e intenta ejercer además el cometido pastoral propio del Obispo. Le sorprenderá la muerte mientras buscaba la reconciliación de algunos clérigos.
Por encima de todo, se preocupa de la formación del clero, y vive una vida austera con los que se preparan para el ministerio sacerdotal. No por ello descuida la Visita Pastoral a las parroquias de la Diócesis de Tours, en especial a las de población campesina.
Lucha contra las herejías, pero al mismo tiempo defiende a los que sufren, al ser acusados de herejes. Intenta lograr en su favor el perdón y la paz. Fue así misionero entre los paganos, liberador de los oprimidos y defensor de sus feligreses.
Intención para este día: vida de austeridad, atención a los pobres y oprimidos por algún mal. Buscar siempre el perdón y la paz.
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