El día 6 de agosto de 1456 llegaba a Roma la noticia de la victoria de unos príncipes cristianos contra los turcos, en Belgrado. El papa Calixto III quiso dar gracias por esa victoria reforzando la fiesta de hoy, que tenía el origen en el aniversario de la dedicación de la basílica del Monte Tabor (siglo IV). En el siglo XI la adoptaron algunos monasterios de Occidente, hasta que el papa Sixto IV (1475) la hizo extensiva a toda la Iglesia. Jesús en el Tabor: para «entrar en la gloria de la Resurrección» (Le 24,26) es precisoso pasar por la cruz en Jerusalén (Misa Claret).