Presentación del Señor
Martes, 2 de febrero
“Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos” (Lc. 2, 30-31)
Cuarenta días después de Navidad, celebramos hoy la fiesta de la Presentación del Señor en el templo de Jerusalén. «En este relato la sabiduría está representada por los dos ancianos: Simeón y Ana, personas dóciles al Espíritu Santo, guiadas y animadas por Él. Es curioso advertir que, en esta ocasión, los creativos no son los jóvenes, que cumplen puramente la Ley, sino los ancianos, que ven en el Niño el cumplimiento de la Ley y las promesas de Dios. Y son capaces de hacer fiesta» (Papa Francisco).Reflexión y plegaria
“Luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel” (/Lc. 2, 32)
Los padres de Jesús lo llevan al Templo para consagrarlo al Señor como primogénito que es. En el caso de Jesús esta consagración adquiere un sentido muy especial, porque es el Hijo de Dios. Por parte de José y de María expresa el reconocimiento de que ese hijo no les pertenece. Por parte de Dios-Padre expresa la ofrenda del Hijo al pueblo de Israel y a la humanidad entera. Esto es lo que sabe captar la intuición de estos dos venerables ancianos en aquel niño indefenso y pobre. Gracias, Padre, por el don de tu Hijo, por la luz que recibimos de Él, nosotros y toda la humanidad (Misa Claret).Fiesta del encuentro de los abuelos con los nietos
(Papa Francisco, 31 – I – 2021)
“Pasado mañana, 2 de febrero, celebraremos la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, cuando Simeón y Ana, ambos ancianos, iluminados por el Espíritu Santo, reconocieron a Jesús como el Mesías. El Espíritu Santo sigue suscitando hoy pensamientos y palabras de sabiduría en los ancianos: su voz es preciosa porque canta las alabanzas de Dios y custodia las raíces de los pueblos. Nos recuerdan que la vejez es un don y que los abuelos son el eslabón entre generaciones, para transmitir a los jóvenes la experiencia de la vida y la fe. Los abuelos son a menudo olvidados y nosotros olvidamos esta riqueza de custodiar las raíces y transmitirlas. Por ello, he decidido instituir la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que se celebrará en toda la Iglesia todos los años el cuarto domingo de julio, cerca de la fiesta de los santos Joaquín y Ana, los «abuelos» de Jesús. Es importante que los abuelos se encuentren con los nietos y que los nietos se encuentren con los abuelos, porque -como dice el profeta Joel- los abuelos ante los nietos soñarán, tendrán ilusiones [grandes deseos], y los jóvenes, tomando fuerza de sus abuelos, irán hacia adelante, profetizarán. Y precisamente el 2 de febrero es la fiesta del encuentro de los abuelos con sus nietos”. Galería de fotos: ]]>