DSC02032

Miércoles Santo: Misa Crismal

Misa Crismal

La Misa Crismal, que el obispo celebra con su presbiterio, y en la que consagra el Santo Crisma y bendice los demás óleos, es como una manifestación de comunión de los presbíteros con el propio obispo. La misa Crismal es también epifanía de la Iglesia, cuerpo de Cristo, orgánicamente estructurado que, en los distintos ministerios y carismas, expresa, por la gracia del E. Santo, los dones esponsales de Cristo para con su esposa peregrina en el mundo.
Del sentido cristológico de la unción crismal, deriva el principio constitutivo de la consagración de los fieles y, por lo tanto, el nombre de “Cristianos”. La unción del Espíritu Santo, recibida por Jesús en la encarnación y en la teofanía del Jordán, es participada por todos los miembros de la Iglesia a través del Bautismo y de la Confirmación.
Con el Santo Crisma consa¬grado por el obispo se ungen los recién bautizados, los confirmados son sellados, y se ungen las manos de los presbíteros, la cabeza de los obispos y la iglesia y los altares en su dedicación. Con el óleo de los catecúmenos, éstos se preparan y disponen al Bautismo. Con el óleo de los enfermos, estos reciben el alivio en su debilidad.
En la misa vespertina parroquial de la Cena del Señor, los santos óleos, bendecidos en la Catedral, serán acogidos por la comunidad como un don espiritual que expresa la comunión en la única fe y en el único Espíritu, y conservados en un lugar digno.
]]>

Los comentarios están cerrados.