NATIVIDAD DEL SEÑOR
En la oscuridad de la noche, en medio de un gran silencio, cuando la palabra divina parecía ya un viejo recuerdo del pasado, nace quien viene a iluminar el mundo y a traer la buena nueva de que Dios se acuerda de nosotros y viene a salvarnos. Señor Jesús, hoy las luces artificiales y el tumulto de tantas palabras parecen ahogar tu presencia y tu mensaje entre nosotros. Pero, si guardamos silencio y apartamos los ojos de los escaparates, nos percatamos de que sigues llamando, pobre, pequeño, débil, a nuestras puertas cerradas por el miedo y la desconfianza que dominan el mundo. Quiero abrirte la puerta, Señor, toma posesión de mi casa para llevar a cabo tu misión de luz y paz que pasa por la cruz (La misa de cada día. Claret). ]]>