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Novena al Santo Cristo

Catedral de Plasencia. Retablo Mayor

 Introducción

Seguimos avanzando en la novena al Santo Cristo de Ourense. La Eucaristía es sanación para el mundo herido en la fraternidad. Ahí donde el pecado nos hizo desconocernos como hermanos y nos puso en relación de oposición y rivalidad, la Eucaristía nos hace sentarnos a la misma mesa del Cuerpo y de la Sangre de Cristo como hijos de un mismo Padre y por lo mismo, hermanos entre nosotros. Por ello, después del relato de la consagración, la Plegaria eucarística de la Reconciliación I, afirma: «Mira bondadosamente, Padre misericordioso, a quienes unes a ti por el sacrificio de tu Hijo, y concédeles, por la fuerza del Espíritu Santo, que, participando de un mismo pan y de un mismo cáliz, formen en Cristo un solo cuerpo, en el que no haya ninguna división» Estamos frente a una constatación y una búsqueda: el mundo está herido y dividido, urge encontrar caminos de fraternidad y no dejarnos vencer por la división y la violencia que rompe el proyecto de Dios, degrada al ser humano y a toda la creación.

 “Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia.

Momento de silencio.

Oración

Oh Dios – que quisiste – que tú amantísimo Hijo – sufriese por nosotros – el suplicio de la Cruz – para arrojar de nosotros – la tiranía del enemigo – concédenos a tus siervos – conseguir – la gracia de la resurrección. Por Cristo Nuestro Señor – AMÉN.

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