Día 1º.- Martín, nacido en la Panonia Húngara:
Tema: Martín nace de noble familia militar pagana.
Neste día, Señor, en que facemos
de Martiño de Tours memoria santa,
traémosche, de amor ofrenda humilde,
da gratitude as flores perfumadas.
Pola oración,
que en monacal unión lle segue o traballo,
gracias, Señor.
Polo Pastor,
que os seus apacentou con forte brazo,
gracias, Señor.
Polo esplendor
da gloria que refulxe nos teus santos,
gracias, Señor.
E polo ardor
que a túa gracia lle regala ó ser humano,
gracias, Señor.
Neste día, Señor, en que facemos
de Martiño de Tours memoria santa,
traémosche, de amor ofrenda humilde,
da gratitude as flores perfumadas.
La Panonia es una antigua región de la Europa Central, limitada al norte por el río Danubio, que se extiende en gran parte por la actual Hungría y parcialmente por Croacia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Austria y Eslovaquia. La región fue conquistada por Roma entre el 35 y el 10 a. C., fuertemente romanizada y convertida en frontera del Imperio romano con los pueblos bárbaros.
En estas tierras y en estos siglos del imperio romano nació Martín, hijo de un militar, que bajo los mandos de las legiones romanas viaja al norte de Italia, a la ciudad de Pavía, para prestar allí sus servicios al emperador de Roma.
Son tiempos de bonanza económica y la fe cristiana pasa de perseguida a ser tolerada; y de tolerada a ser la única religión del Imperio con los edictos de Milán y de Tesalónica. Los padres de Martín no eran cristianos, pero tampoco les preocupa grandemente la cuestión religiosa.
Mateo 5, 9: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios”.
Oramos:
“Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles “la paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédenos la paz y la unidad”. Te lo pedimos por intercesión de San Martín de Tours, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. (Cfr. Misal Romano, Rito de la paz).]]>

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Neste mes de outubro celebramos o aniversario de esta encíclica con un lema claro e directo: “bautizados e enviados”. Trátase de que descubramos no noso bautismo a raíz de toda misión evanxelizadora; que aceptemos ser canles polos que a fe, don de Deus, poida chegar gratuitamente aos nosos irmáns. Trátase, en definitiva, de que saiamos de nos mesmos e nos abramos aos demais; de que as nosas relación cos outros xeren vida polo amor, polo diálogo, pola comprensión e misericordia, pola axuda desinteresada, sendo en todo clara expresión do amor de Deus Pai.
A Igrexa de Cristo segue en misión no mundo e precisa de mulleres e homes que, polo seu compromiso bautismal, respondan con xenerosidade a chamada de saír da casa, da súa familia, da súa patria, da súa lingua e ir ao encontro dos que nos esperan, porque precisan da nosa axuda en respecto e dignidade, en sanidade e hixiene, en educación e cultura e tamén en catequese para poder valorar a fe e coñecer mellor a Xesucristo.

Una tradición muy enraizada en Aragón hace llegar el origen del suntuario de la antigua Caesaraugusta (Zaragoza) a los inicios mismos del cristianismo (María se habría aparecido al apóstol Santiago en un pilar). Pero es a partir de la época moderna que el Pilar llega a ser un gran suntuario mariano de la Península Ibérica, con una irradiación hacia América Latina (Colón descubrió América este día de 1492). María, símbolo de la fortaleza en la fe, la seguridad de la esperanza y la constancia en la caridad.
Evangelio, Lc 11,27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron». Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».
La verdadera sabiduría y la verdadera bienaventuranza la tendremos si, como María, la primera discípula de Jesús, sabemos escuchar a Dios con fe y obediencia. La escucha de la Palabra debe mejorar nuestra actitud interna y externa. Entonces es cuando se podrá decir que construimos nuestra casa sobre roca firme, y no sobre arena movediza. Santa María del Pilar, sustenta nuestra fe (Misa de cada día. Claret)
Conforme a la información que se dispone, la devoción de los guardias civiles a la Virgen en su advocación del Pilar, procede de aquella transmitida desde niños a los alumnos del Colegio de Huérfanos de Valdemoro.
En septiembre de 1864, fue destinado al Colegio de Valdemoro su primer Capellán Castrense, de nombre D. Miguel Moreno Moreno. Este sacerdote organizó la capilla del Centro, donde fue instalada una imagen de la Virgen del Pilar e introdujo a los jóvenes alumnos en la devoción y amor a la Virgen. Por disposición recogida en el Boletín Oficial del Cuerpo de 24 de septiembre de 1864, se nombró patrona del Colegio de Guardias Jóvenes a la Virgen del Pilar.
Con el tiempo, los guardias procedentes del Colegio fueron extendiendo la devoción a la Pilarica por toda la geografía nacional. Esta circunstancia fue determinante para que el 7 de enero de 1913, el Director General del Cuerpo (General Aznar) solicitara de S.M. la proclamación de la Virgen del Pilar como Patrona de la Guardia Civil. La orden sería firmada por D. Alfonso XIII con fecha 8 de febrero, publicándose en los correspondientes diarios oficiales.
Galería de Fotos:
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“A Igrexa do século XXI non se pode entender a o marxe da sinodalidade. Estamos asistindo a un momento de singular importancia para a Diocese, polo que estou seguro de que participar na Asemblea Sinodal constituirá para os chamados a ilo non so un deber, se non tamén unha amable exixencia” (Monseñor Lemos Montanet, carta a os sinodais, agosto 2019).
Hoxe sábado, 21 de setembro, ás 11:00 horas na Catedral de Ourense terá lugar a Celebración de apertura da Asemblea Sinodal. O acto litúrxico comezará cunha procesión, acompañada pola Real Banda de Gaitas da Deputación, que partirá da Igrexa de Santa Eufemia encabezada pola cruz procesional e as imaxes de Santa María Nai e San Martiño, patróns da Diocese de Ourense.
A continuación situaranse os sinodais laicos e membros da Vida Consagrada, seguidos polo sacerdotes concelebrantes, tantos sinodais como outros que asistan ao oficio, e finalmente o Bispo, que presidirá a Eucaristía.
Chegados á Catedral os sinodais e os demais sacerdotes ocuparán os lugares reservados para eles, e comezará a celebración solemne de apertura da Asemblea Sinodal. No transcurso da mesma, ao finalizar a homilía, os sinodais farán solemne profesión de fe ante o Bispo da Diocese; posteriormente, ou concluír o rito de comuñón, os sinodais manifestarán publicamente o seu compromiso de cumprir os deberes correspondentes á súa misión. Ao finalizar o Bispo proclamará a apertura da Asemblea Sinodal.
Galería de Fotos da Procesión:
Galería de Fotos da Celebración:
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A pesar de haber sido dócil instrumento para extender la devoción a la Inmaculada, Bernardita no se contaminó con la gloria humana. El día que el obispo de Lourdes, ante 50.000 peregrinos, colocó la estatua de la Virgen sobre la roca de Massabielle, Bernardita tuvo que permanecer en su celda, víctima de un ataque de asma. Y cuando el dolor físico se hacía más insoportable, suspiraba: “No, no busco alivio, sino sólo la fuerza y la paciencia”. Su breve existencia transcurrió en la humilde aceptación del sufrimiento físico como generosa respuesta a la invitación de la Inmaculada para pagar con la penitencia el rescate de tantas almas que viven prisioneras del mal.
Pasó seis años en el instituto de Lourdes, de las Hermanas de la Caridad de Nevers, y en el que después fue admitida como novicia. Su entrada se demoró debido a su delicada salud. En la profesión tomó el nombre de Sor María Bernarda. Durante los quince años de vida conventual no conoció sino el privilegio del sufrimiento. Las mismas superioras la trataban con indiferencia, por un designio providencial que les impide a las almas elegidas la comprensión y a menudo hasta la benevolencia de las almas mediocres. Al principio fue enfermera dentro del convento, después sacristana, hasta cuando la enfermedad la obligó a permanecer en la cama, durante nueve años, siempre entre la vida y la muerte.
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Celebración eucarística:
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El retablo de San Roque, de San Sebastián y de San Eloy se atribuye a Castro Canseco. Desconocemos el autor de las imágenes de San Sebastián y de San Eloy. La imagen de San Roque es obra de Francisco de Moure del año 1598 y pintada en el mismo año por Manuel Develar. Entrando por la plaza del Trigo a la Catedral, mismo a la izquierda, encontramos el altar con retablo barroco de gremios, obra de Castro Canseco.
Roque, peregrino (16 de agosto). Ciudadano de Montpellier, en viaje de peregrinación a Roma, tanto a la ida como a la vuelta, se dedicó a la asistencia de los apestados y, según la tradición, el Señor le concedió el don de las curaciones. Vuelto Montpellier, no es reconocido y se le tiene por un espía y es encarcelado, dedicándose en la cárcel a la piedad y soportando la prisión con gran paciencia. A su muerte sus milagros lo dan a conocer. Muere el 16 de agosto de 1379. Es tardía la noticia de que hubiera sido terciario franciscano. Su culto se difundió por todo Occidente.
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