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Fiesta del Bautismo del Señor

SEMANA XVI DE TEOLOGIA

Semana de Teología

Bajo el signo de la esperanza el apóstol Pablo infundía aliento a la comunidad cristiana de Roma. La esperanza también constituye el mensaje central del próximo Jubileo, que según una antigua tradición el Papa convoca cada veinticinco años. Pienso en todos los peregrinos de esperanza que llegarán a Roma para vivir el Año Santo (…) Todos esperan. En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana. Sin embargo, la imprevisibilidad del futuro hace surgir sentimientos a menudo contrapuestos: de la confianza al temor, de la serenidad al desaliento, de la certeza a la duda. Encontramos con frecuencia personas desanimadas, que miran el futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad. Que el Jubileo sea para todos, ocasión de reavivar la esperanza. La Palabra de Dios nos ayuda a encontrar sus razones. Dejémonos conducir por lo que el apóstol Pablo escribió precisamente a los cristianos de Roma. (Papa Francisco, Bula de convocatoria del Jubileo Ordinario año 2025, nº 1)

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Epifanía del Señor


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Sana María Madre de Dios

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS


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Domingo, 15 de diciembre de 2024

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SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

8 – XII – 2024

El franciscano Duns Escoto nos recordaba esta doctrina, creída y rezada, con el siguiente silogismo sobre Jesucristo, Dios y hombre verdadero que quería una madre inmaculada y que pudo tenerla, … Y dice:  “Pudo, porque era Dios. Quiso, porque era Hijo. Luego lo hizo, porque era Dios y también Hijo”.

El pueblo de Dios reza a María Madre Inmaculada: Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto, en tus manos encomiendo mi fe para que la ilumines. Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto. en tus manos encomiendo mi esperanza para que la alientes. Dios te salve, María, llena de Dios Espíritu Santo. Virgen purísima después del parto, en tus manos encomiendo mi caridad para que la inflames. Y concluye la oración, diciendoDios te salve, María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad, concebida sin mancha de pecado original”.

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Fiesta de la Medalla Milagrosa