EN EL MES DE MARZO SE CELEBRA EL DÍA
DEL SEMINARIO
Día 16, domingo 2º de Cuaresma
y día 19, solemnidad de San José
Tres nuevos Diáconos para la Iglesia
NOVENA A SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA
Del 11 al 19 de marzo de 2025
Celebramos la novena a san José que, con su vida oculta en Dios, nos enseña a confiar siempre en los planes divinos que nos desbordan. Él es custodio de la Iglesia, el modelo de paternidad de todo padre de familia, patrón de los seminarios y de los seminaristas y ejemplo en el momento de la muerte. Él es el justo José, esposo de la bienaventurada Virgen María. A él nos encomendamos a lo largo de estos días, rogándole que cuide de nuestras familias y que ayude a muchos jóvenes a seguir la llamada de Dios a una entrega total por medio del sacerdocio.
Temario para cada día de la novena:
· San José, Esposo de la Santísima Virgen María.
· Al servicio de Dios.
· El nacimiento del Hijo de Dios.
· Las contrariedades de su misión.
· :Sacar adelante una familia.
· Vir bonus et Justus.
· El trabajo en la vida familiar.
· El primado de la vida interior.
· Patrono de la Iglesia.
Oración del papa Francisco (Carta apost. Patris Corde)
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre. Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén
Tiempo de Cuarema, Tiempo de Conversión
Catedral Basílica de San Martín
MIÉRCOLES DE CENIZA: 5- III – 2025
«Caminemos juntos en la esperanza».
«En esta cuaresma, enriquecida por la gracia del Año jubilar, deseo ofrecerles algunas reflexiones sobre lo que significa caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria.
Antes que nada, caminar. El lema del Jubileo, “Peregrinos de esperanza”, evoca el largo viaje del pueblo de Israel hacia la tierra prometida, narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama a su pueblo y siempre le permanece fiel… En segundo lugar, hagamos este viaje juntos. La vocación de la Iglesia es caminar juntos, ser sinodales. Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos … En tercer lugar, recorramos este camino juntos en la esperanza de una promesa. La esperanza que no defrauda (cf. Rm 5,5), mensaje central del Jubileo [5], sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual… Que la Virgen María, Madre de la Esperanza, interceda por nosotros y nos acompañe en el camino cuaresmal» (Papa Francisco, 2025)
Aniversario de la ordenación episcopal de Mons. Leonardo Lemos Montanet, obispo de Ourense
(11 – II – 2012)
¡Jubileo 2025!
«El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente. Por esa razón elegí el lema Peregrinos de la Esperanza» ( Papa Francisco).
La Campaña del Enfermo de este año, en consonancia con el Jubileo 2025, lleva por lema “En esperanza fuimos salvados (Rom 8,24)”. La Iglesia en España inicia esta Campaña el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, con la Jornada del Enfermo a nivel mundial y se cierra el 5 de mayo, con la Pascua del Enfermo.
El Jubileo de la Esperanza en la vida de la Iglesia subraya los diversos aspectos de la esperanza cristiana que nos lleven a ser instrumentos de esperanza, de alegría y consuelo para nuestros enfermos.
También el papa Francisco ha hecho público su mensaje para esta Jornada . ««La esperanza no defrauda» (Rm 5,5) y nos hace fuertes en la tribulación» es el título que encabeza el escrito del Santo Padre.
FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
FIESTA DE LA LUZ Y FIESTA DEL ENCUENTRO
2 – II – 2025
Simeón nos presenta a Jesús como luz para alumbrar a las naciones (2,32). En Jesús de Nazaret, Dios sale del templo para ser luz en medio del pueblo. En Él está la plenitud del Reino. La luz es fundamental en la naturaleza. Sin la luz, las plantas no efectuarían la fotosíntesis ni la vida sería posible tal como la concebimos. De manera semejante, sin Cristo luz, nuestra vida espiritual es imposible, no podemos ver las cosas tal como son ni vivir de acuerdo con la voluntad de Dios. La luz de Cristo no solo nos salva, sino que también nos cambia, nos transforma. Hoy Jesucristo nos ofrece su luz; nos invita a acogerla para que ilumine nuestra vida; optemos por el camino de la luz y como creyentes, seamos portadores de esta luz y reflejémosla en nuestras vidas, compartiendo el amor y la salvación de Cristo con aquellos que nos rodean. Este es el sentido que tienen hoy portar las candelas encendidas: irradiar siempre y en todo lugar el amor de Cristo, luz del mundo. Preguntémonos si el Señor es la luz de nuestra existencia (Agustinos Escorial)
FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR
Lc. 3,15-16.21-22
(12 de enero de 2025)
Con el domingo de hoy, Bautismo del Señor, cerramos el ciclo litúrgico de la Navidad. Vemos en la primera parte del evangelio que Juan el Bautista, último profeta del Antiguo Testamento, tiene como función preparar la llegada del Mesías; a partir de este momento, Jesús, el salvador de toda la humanidad, será el centro de la historia.
La segunda parte del texto evangélico, más que centrarse en el Bautismo de Jesús, el evangelista pone el acento en la manifestación de Dios; éste es el centro de la escena, no el bautismo, sino los hechos que le acompañan: se abren los cielos, el Espíritu desciende sobre él y se oye una voz que anuncia la identidad de Jesús. (3,22).
La Palabra de Dios nos invita hoy, como comenta S. Agustín, a contemplar el rostro de Jesús: en aquel rostro nosotros llegamos a entrever también nuestros trazos, los de hijos adoptivos que nuestro bautismo revela.