Catedral Basílica de san Martín
11 – XI – 2025
Día 11 de noviembre, día 9º de la novena
La diócesis de Ourense celebra a San Martín

Martín, alma de apóstol, que aceptaste morir,
ansiando el premio de la gloria:
vivir, si no, por bien de tus hermanos:
alienta nuestra fiesta en tu memoria.
Rechaza las insidias del Maligno,
renueva tus prodigios y favores,
el rostro de la Iglesia purifica,
dirige la labor de sus Pastores.
Del caos triunfador y una y mil veces,
levanta a los que yacen en pecado,
revístenos de amor y de justicia,
así como vestiste al marginado.
Redunde en alabanza de tu gloria
un nuevo florecer de vocaciones.
Infúndenos la fe que profesaste,
vertida en pensamientos y en acciones. Amén.
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Tema: Fiesta de San Martín de Tours en Ourense. «Señor, si en algo puedo ser útil todavía, no rehúso ni rechazo, cualquier trabajo y ocupación que me quieras mandar«.
Hoy es día de fiesta. Es la fiesta de nuestro patrono San Martín de Tours. Por eso estamos alegres. Hace poco la diócesis y la catedral de Ourense celebraban el 1700 aniversario del nacimiento de San Martín de Tours con la máxima solemnidad. En aquellas fechas Ourense estuvo presente en la basílica de San Martín de Tours en Francia: la peregrinación diocesana tuvo como meta la ciudad de la que fue obispo San Martín. Allí dejó inscrito su nombre en la cripta de la basílica. La Coral de Ruada nos acompañó solemnizando con sus cantos y música la celebración. Un hito importante en el 1700 aniversario del nacimiento de San Martín, fue la celebración de su fiesta, el día 11 de noviembre de 2016, con la presencia de once obispos, el Cabildo de la S. I. Catedral, los Señores Vicarios Episcopales, los Señores Arciprestes, numeroso clero y la catedral abarrotada de feligreses. La misa fue retransmitida para toda España por 13TV. Pero hoy, como ayer, nuestro pueblo orensano se viste de fiesta para honrar a San Martín de Tours.
Lucas, 24, 29 – 31:
“Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron”.
Contemplamos:
Ourense, Compostela y Mondoñedo celebran a San Martín de Tours. Muchas parroquias de Galicia y de Ourense festejan a su santo patrono. En Ourense el magosto y las hogueras de los montes que rodean la ciudad se convierten en motivo etnológico y gastronómico de la fiesta. A la fiesta de San Martín se le ha unido también ahora la fiesta de la Galeguidade. Pero, claro, mucho hacia afuera y poco hacia adentro: la devoción a San Martín es más bien poca. ¡Esperemos que vaya en aumento. Haremos lo posible!
Padre nuestro, que estás en el cielo…
Oramos:
“Santo eres en verdad y digno de ser glorificado, Dios que amas a los hombres y les acompañas siempre en el camino de la vida. Bendito, en verdad, tu Hijo, que está presente en medio de nosotros cuando su amor nos congrega y, como en otro tiempo a los discípulos, nos explica las Escrituras y parte el pan”. Por intercesión de San Martín de Tours concédenos vivir la alegría del Evangelio, que él nos ha predicado. Por Cristo nuestro Señor. Amén. (Cfr. Misal Romano, Plegaria Eucarística por diversas necesidades II. Dios guía a su Iglesia por el camino de la salvación).
Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios.
Día 10 de noviembre, día 8º de la novena
Una Iglesia sinodal
Martín, alma de apóstol, que aceptaste morir,
ansiando el premio de la gloria:
vivir, si no, por bien de tus hermanos:
alienta nuestra fiesta en tu memoria.
Rechaza las insidias del Maligno,
renueva tus prodigios y favores,
el rostro de la Iglesia purifica,
dirige la labor de sus Pastores.
Del caos triunfador y una y mil veces,
levanta a los que yacen en pecado,
revístenos de amor y de justicia,
así como vestiste al marginado.
Redunde en alabanza de tu gloria
un nuevo florecer de vocaciones.
Infúndenos la fe que profesaste,
vertida en pensamientos y en acciones. Amén.
Tema: Martín nos enseña a ser Iglesia sinodal.
La Iglesia, que vive de la Pascua y de Pentecostés, debe plantearse en cada circunstancia histórica cómo mejor expresar la identidad de su misión con la misión que ha recibido del Padre por el Hijo y en el Espíritu. Si atendemos a la evolución del postconcilio Vaticano II, constatamos que la sinodalidad es la figura que mejor expresa está comunión del presente con el pasado, tanto desde la práctica pastoral como desde la reflexión teológica. Desde la práctica pastoral constatamos cómo más de la mitad de las diócesis españolas han celebrado sus sínodos diocesanos. Desde la reflexión teológica, la sinodalidad va adquiriendo carta de ciudadanía en íntima unión con el magisterio eclesial.
En Ourense, desde el año 1909 no se celebraba un sínodo. El Sínodo Diocesano, que hemos celebrado en nuestros días, nos ha traído los mejores frutos espirituales y pastorales para nuestras gentes. Gracias a la poderosa intercesión de nuestro patrón san Martín, hemos culminado este tiempo de oración, de estudio, de diálogo sinodal y de compromiso apostólico en medo de una larga y dolorosa pandemia del covid 19 que nos ha asolado corporal, espiritual y hasta anímicamente.
Hechos de los Apóstoles, 15, 1.6.28.
“Unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidan conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse… Los apóstoles y los presbíteros se reunieron a examinar el asunto… Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables”.
Contemplamos:
Muchos problemas nos embargan: muchas parroquias; escasez de sacerdotes para una mejor atención pastoral, desplome demográfico de nuestra diócesis eminentemente rural, pastoral de siempre para tiempos totalmente nuevos y distintos, edad avanzada del clero, Iglesia clericalizada, laicos poco comprometidos y con escasa formación religiosa, pocos movimientos eclesiales de laicos, religión de cumplimiento. ¿Qué hacer en tal situación? Entre todos, Obispo, sacerdotes, religiosos, laicos cristianos tenemos que buscar solución, dejándonos iluminar por el Espíritu y escuchando los hermanos. Somos Iglesia en camino.
Padre nuestro, que estás en el cielo…
Oramos:
“Señor, te suplicamos que nos ayudes a acoger la Palabra de tu Hijo: /Poneos en camino/ y salir de nuestras inercias y rutinas para recuperar la alegría y el entusiasmo de creer y la audacia necesaria para ser en el mundo testigos de misericordia y reconciliación. Te lo pedimos por intercesión de San Martín de Tours, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios.
Día 9 de noviembre, 7º de la novena
Martín, Santo patrón de la Catedral y de la diócesis de Ourense.
Martín, alma de apóstol, que aceptaste morir,
ansiando el premio de la gloria:
vivir, si no, por bien de tus hermanos:
alienta nuestra fiesta en tu memoria.
Rechaza las insidias del Maligno,
renueva tus prodigios y favores,
el rostro de la Iglesia purifica,
dirige la labor de sus Pastores.
Del caos triunfador y una y mil veces,
levanta a los que yacen en pecado,
revístenos de amor y de justicia,
así como vestiste al marginado.
Redunde en alabanza de tu gloria
un nuevo florecer de vocaciones.
Infúndenos la fe que profesaste,
vertida en pensamientos y en acciones. Amén.
Tema: Martín con sus milagros convierte a los orensanos a la verdadera fe.
¿Por qué Ourense celebra a San Martín de Tours?: Según tradición,
Ourense se convirtió a la fe verdadera por influjo directo de San Martín de Tours: “existe una narración de Gregorio de Tours (538-673), según la cual la conversión de los suevos en Ourense se debió a que San Martín de Tours curó milagrosamente al Hijo del rey suevo Carriarico y, como compensación, fue nombrado patrono de la Catedral y de la Diócesis”. ¿Cómo llegó el rey suevo Carriarico a conocer a San Martín de Tours como misericordioso taumaturgo? Gracias al “apóstol” de la antigua Galaecia, San Martín Dumiense. Ambos eran convecinos, aunque este dos siglos posterior. Carriarico mandó edificar una iglesia en honor de San Martín de Tours, abandonó el arrianismo y se convirtió con toda su corte a la fe católica.
Mateo 28, 19 – 20:
“Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
Contemplamos:
Se inicia la construcción de la Catedral de Ourense, dedicada a San Martín de Tours, a finales del siglo XII. Recordamos: Pórtico del Paraíso, Retablo Mayor, capilla de San Juan Bautista, capilla del Santo Cristo, capilla de las Nieves, Virgen del Rosario, Cristo de los Desamparados, capilla de la Resurrección, capilla de la Inmaculada, capilla de la Candelaria, capilla de San Pablo, San José, San Antonio, Santa Eufemia y Santa Marina; San Facundo y San Primitivo…. ¡Cuánta fe, cuánto amor, cuánto testimonio cristiano, cuánta cultura evangelizadora! ¿Habrá fe dentro de otros tantos siglos como lleva de existencia esta Catedral?
Padre nuestro, que estás en el cielo…
Oramos:
“Oh Dios, que quieres que todos los pueblos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, mira tu inmensa mies y envíale operarios para que sea predicado el Evangelio a toda criatura”. Te lo pedimos por intercesión de San Martín de Tours, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.(Cfr. Misal Romano, Por la Evangelización de los pueblos).
Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios.
Día 8 de noviembre, día 6º de la novena
Martín, Obispo de Tours
Martín, alma de apóstol, que aceptaste morir,
ansiando el premio de la gloria:
vivir, si no, por bien de tus hermanos:
alienta nuestra fiesta en tu memoria.
Rechaza las insidias del Maligno,
renueva tus prodigios y favores,
el rostro de la Iglesia purifica,
dirige la labor de sus Pastores.
Del caos triunfador y una y mil veces,
levanta a los que yacen en pecado,
revístenos de amor y de justicia,
así como vestiste al marginado.
Redunde en alabanza de tu gloria
un nuevo florecer de vocaciones.
Infúndenos la fe que profesaste,
vertida en pensamientos y en acciones. Amén.
Tema: Martín elegido obispo de Tours. «Con la espada podía vencer a los enemigos materiales. Con la Cruz estoy derrotando a los enemigos espirituales»
Tours fue una ciudad importante desde la época de los galos como lugar de paso gracias a los puentes sobre el río Loira. Los galos que habitaban en este sitio se llamaban turonos y fueron ellos quienes dejaron su nombre a la ciudad (Civitas Turonorum). Una de las personalidades más notables fue Martín de Tours, según nos cuenta Gregorio de Tours del siglo VI en su Historia de los Francos. San Martín llegó a ser Obispo, no por voluntad propia, sino por aclamación popular. En aquel tiempo era normal que para la elección de obispos se fijasen en los monasterios en donde estaban los mejor formados y los más avezados en la vida espiritual para poder enseñar, santificar y gobernar al Pueblo de Dios con el servicio del amor y la caridad solidaria para con todos y de forma especial para con los más necesitados. La vida pastoral del obispo Martín se caracterizó por la evangelización y la transformación de las costumbres paganas, combatiendo las teorías gnósticas y maniqueas de Prisciliano y de Arrio. Martín condena las herejías, pero perdona a los herejes.
Juan 10, 11- 14: “Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersas; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen”.
Contemplamos:
El papa Francisco señala un nuevo estilo episcopal para una Iglesia en salida a las periferias de la existencia humana: de servicio al pueblo de Dios, de vida entregada a los fieles, del pastor que anima e ilusiona a los suyos, del padre lleno de misericordia, que disculpa y perdona. Pero no de palabra, sino de obra. San Agustín define el ministerio episcopal como amoris officium: “El Obispo, cuando enseña, al mismo tiempo santifica y gobierna el Pueblo de Dios; mientras santifica, también enseña y gobierna; cuando gobierna, enseña y santifica” (Juan Pablo II, Pastoris Gregis.9)
Padre nuestro, que estás en el cielo…
Oramos: “Señor Dios nuestro, que infundiste en San Martín de Tours espíritu de verdad y amor para apacentar a tu pueblo, concede a cuantos celebramos su memoria crecer en santidad, imitando su ejemplo”. Por Cristo nuestro Señor. (Cfr. Misal Romano, Común de Pastores).
Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios.
Día 7 de noviembre, día 5º de la Novena
Martín, monje con Hilario de Poitiers.
Martín, alma de apóstol, que aceptaste morir,
ansiando el premio de la gloria:
vivir, si no, por bien de tus hermanos:
alienta nuestra fiesta en tu memoria.
Rechaza las insidias del Maligno,
renueva tus prodigios y favores,
el rostro de la Iglesia purifica,
dirige la labor de sus Pastores.
Del caos triunfador y una y mil veces,
levanta a los que yacen en pecado,
revístenos de amor y de justicia,
así como vestiste al marginado.
Redunde en alabanza de tu gloria
un nuevo florecer de vocaciones.
Infúndenos la fe que profesaste,
vertida en pensamientos y en acciones. Amén.
Tema: Martín monje y fundador de monasterios: «Fui soldado por obligación y por deber, y monje por inclinación y para salvar mi alma«
Pronto prendió en la Iglesia la sed del monacato como pedagogía concreta para ir al encuentro del Señor en pobreza, castidad y obediencia, en silencio y en comunidad. “Huir del mundo” para vivir en plenitud: “sola una cosa es necesaria, y María ha escogido la mejor parte y no se la quitaran” (Lc. 10, 42). En contacto con San Hilario de Poitiers Martín descubre el valor de la vida monacal, la importancia de una entrega al Señor, plena y generosa, en pobreza, en comunidad de vida, en oración y silencio. Hombre de mundo, pero con fino sentido de la espiritualidad de consagración a Dios y en Dios a los hermanos. La oración, el silencio, la Lectio Divina, la consagración a Dios son elementos que constituyen el alma de la Iglesia y que Martín cultiva para sí, para sus monjes y para los fieles de Tours en la Francia de aquellos tiempos.
Lucas 18, 22.
“Te falta todavía una cosa; vende todo lo que tienes y reparte entre los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme”.
Padre nuestro, que estás en el cielo…
Oramos: “Señor, que nos diste a tu Hijo, hecho carne, que nos comunicó tus palabras y nos llamó para que te siguiéramos; Él que es el camino que nos conduce a ti, la verdad que nos hace libres, la vida que nos colma de alegría”. Te pedimos por intercesión de San Martín de Tours que nunca falten en tu Iglesia las vocaciones de especial consagración. Por Cristo nuestro Señor. Amén. (Cfr. Misal Romano, Plegaria Eucarística III. Jesús, camino hacia el Padre).
Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios.
Día 6 de noviembre, día 4º de la Novena
Martín se convierte al cristianismo
HIMNO DE LA NOVENA
Martín, alma de apóstol, que aceptaste morir,
ansiando el premio de la gloria:
vivir, si no, por bien de tus hermanos:
alienta nuestra fiesta en tu memoria.
Rechaza las insidias del Maligno,
renueva tus prodigios y favores,
el rostro de la Iglesia purifica,
dirige la labor de sus Pastores.
Del caos triunfador y una y mil veces,
levanta a los que yacen en pecado,
revístenos de amor y de justicia,
así como vestiste al marginado.
Redunde en alabanza de tu gloria
un nuevo florecer de vocaciones.
Infúndenos la fe que profesaste,
vertida en pensamientos y en acciones. Amén.
Tema: Martín se convierte al cristianismo. «Hasta ahora te he servido como soldado. Déjame de ahora en adelante servir a Jesucristo propagando su santa religión»
Martín se educa en Pavía, en el norte de Milán, y acompaña a sus condiscípulos y amigos que frecuentan las catequesis en el catecumenado, preparándose para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana. Sus padres no son favorables a tales aficiones de Martín, pero tampoco se oponen. El bienestar reinaba en el hogar de Martín, sus padres tenían buena posición social, lo religioso no les preocupaba grandemente. Y, Martín, dejándose guiar por sus compañeros, encuentra en el ambiente de amistad y búsqueda juvenil, a Jesús de Nazaret, el único que puede dar sentido a toda una vida. ¡Qué bueno sería que la familia viviera comprometida en la trasmisión de la vida corporal y en la transmisión de la vida espiritual a los hijos! La familia, como transmisora de la fe, debe tener un apartado especial en la pastoral de la Iglesia diocesana.
Hechos 2: 42. 44.
“Eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones… Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común”.
Contemplamos:
Generalmente las familias se esmeran en la preparación de sus hijos para un futuro profesional. La fe por desgracia ocupa poco espacio en sus preocupaciones. Hoy nos acostumbramos a ver como muchos abandonan la práctica religiosa y se alejan de la Iglesia. Nos duele sobre todo la juventud que se nos va. Comprendemos que lo de siempre no sirve pastoralmente hablando. Pero comprobamos también cómo el Espíritu rejuvenece a la Iglesia con nuevos movimientos, nuevos grupos, nuevas asociaciones. Con su fuera y nuestro testimonio podemos crear un nuevo estilo de vida.
Padre nuestro, que estás en el cielo…
Oramos:
“Señor, que compartiste en todo nuestra condición humana menos el pecado y anunciaste la salvación a los pobres, la liberación a los oprimidos y a los afligidos el consuelo”, concédenos por intercesión de San Martín de Tours la gracia de convertirnos y creer en el Evangelio. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. (Cfr. Misal Romano, Plegaria Eucarística IV).
Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios.
Día 5 de noviembre, día 3º de la novena
Martín, icono de misericordia
Martín, alma de apóstol, que aceptaste morir,
ansiando el premio de la gloria:
vivir, si no, por bien de tus hermanos:
alienta nuestra fiesta en tu memoria.
Rechaza las insidias del Maligno,
renueva tus prodigios y favores,
el rostro de la Iglesia purifica,
dirige la labor de sus Pastores.
Del caos triunfador y una y mil veces,
levanta a los que yacen en pecado,
revístenos de amor y de justicia,
así como vestiste al marginado.
Redunde en alabanza de tu gloria
un nuevo florecer de vocaciones.
Infúndenos la fe que profesaste,
vertida en pensamientos y en acciones. Amén.
Tema: Martín comparte su capa con el pobre.
Martín, siendo soldado de la corte imperial, comparte la capa con un mendigo y se convierte en icono de la misericordia de Dios para con todos. Martín, poco a poco, viendo el comportamiento de sus amigos catecúmenos, se va sintiendo interpelado por Jesús de Nazaret y comienza a dar sus primeros pasos en su seguimiento. El papa Francisco escapa de los pronunciamientos teóricos sobre religión y fe; prefiere la vivencia del cristianismo en la vida ordinaria. Al papa Francisco le encanta una pastoral práctica. Aconseja siempre la vivencia de la fe en el compromiso de cada día con los hermanos, sobre todo con los más necesitados. Ya que el sínodo diocesano tiene como punto de arranque la “Evangelii Gaudium”, procuremos ser una Iglesia que busca caminos nuevos. «Una Iglesia que no lleva a Jesús es una Iglesia muerta». Con Martín buscamos una Iglesia pobre y de los pobres. Queremos anclar nuestra vida en la esperanza, no «en nuestras reglas, en nuestros comportamientos eclesiásticos, o en nuestros clericalismos». Queremos poner a Jesús en el centro de la Iglesia.
Carta de Santiago, 2, 1 – 10
“Hermanos míos, no juntéis la fe en nuestro Señor Jesucristo glorioso con el favoritismo. Por ejemplo: llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis al bien vestido y le decís: por favor, siéntate aquí, en el puesto reservado. Al pobre, en cambio: estate ahí de pie o siéntate4 en el suelo. Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios malos?”
Contemplamos:
El protocolo justifica muchas incongruencias: buscar los primeros puestos en los templos para reyes y gobernantes no creyentes, alejar a los pedigüeños de las puertas de los templos en las fiestas, fingir nuestro compromiso con la expresión “los predilectos del Señor son los más pobres”, exigir la recepción de inmigrantes pero en las casas de los otros….
Padre nuestro, que estás en el cielo…
Oramos: “Señor, siempre te mostraste misericordioso para con los pequeños y los pobres, para con los enfermos y los pecadores y te hiciste cercano a los oprimidos y afligidos. Concédenos por intercesión de San Martín poder imitarte en la entrega a los más pobres y necesitados. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.(Cfr. Misal Romano, Prefacio Plegaria Eucarística IV. Jesús pasó haciendo el bien).
Bendigamos al Señor, Demos gracias a Dios.
Día 4 de noviembre, día 2º de la novena
Martín, soldado del Imperio Romano.

HIMNO DE LA NOVENA
Martín, alma de apóstol, que aceptaste morir,
ansiando el premio de la gloria:
vivir, si no, por bien de tus hermanos:
alienta nuestra fiesta en tu memoria.
Rechaza las insidias del Maligno,
renueva tus prodigios y favores,
el rostro de la Iglesia purifica,
dirige la labor de sus Pastores.
Del caos triunfador una y mil veces,
levanta a los que yacen en pecado,
revístenos de amor y de justicia,
así como vestiste al marginado.
Redunde en alabanza de tu gloria
un nuevo florecer de vocaciones.
Infúndenos la fe que profesaste,
vertida en pensamientos y en acciones. Amén.
Tema: Martín soldado del Imperio romano.
El padre de Martín era militar. El mismo Martín se encamina por esta profesión animado y estimulado por sus progenitores. Estamos en el s. IV y la vida militar de un imperio ya bien establecido tiene gran prestigio y facilita una vida acomodada para cualquier familia. Aunque, en el pensamiento cristiano, el oficio militar, visto como preparación para la guerra, no podía aceptarse. Recordemos al respecto los tres noes del cristianismo al imperio romano: No a la esclavitud, pues todos somos iguales en dignidad como hijos de Dios; no a la idolatrías, pues único es el Dios revelado por nuestro Señor Jesucristo; no a la guerra, no al “si vis pacem, para bellum”, pues el amor es el distintivo de los creyentes en Cristo. Nosotros no queremos vivir en una Iglesia cerrada y autorreferencial. Como los primeros cristianos queremos apostar por una Iglesia con futuro, con una cultura vocacional de decisión y compromiso, “mirad como se aman”
Juan. 13, 34:
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros igual que yo os he amado, amaos también entre vosotros”.
Contemplamos:
Se nos han roto los sostenes clásicos del amor en la sociedad actual: el matrimonio, la familia, el hogar, la buena vecindad, la amistad verdadera. Desconfiamos los unos de los otros. Yo y mis gustos se constituyen en norma de comportamiento. El amor auténtico de entrega y generosidad por la persona amada no se valora. Manda la ley del aprovechamiento. Nos falta la unión con Dios en Cristo Jesús por el Espíritu: “permaneced en mí amor”.
Padre nuestro, que estás en el cielo…
Oramos:
“Señor, abre nuestros ojos para que conozcamos las necesidades de nuestros hermanos, inspíranos las palabras y las obras para confortar a los que están cansados y agobiados, siguiendo el ejemplo y mandato de Cristo”. Te lo pedimos por intercesión de San Martín, que renunció a las armas por amor, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. (Cfr. Misal Romano, Plegaria eucarística por diversas necesidades. IV. Jesús Pasó haciendo el bien).
Bendigamos al Señor. Demos gracias a Dios.
Podéis ir en paz.