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Muere el Papa Francisco

Muere el papa Francisco, el primer papa  latinoamericano 

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Domingo de Pascua

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Sábado Santo


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Xoves Santo

Misa en la cena del Señor:

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Viacrucis

El Viacrucis es el ejercicio de piedad más valorado para venerar la Pasión del Señor, participando con su afecto en el último tramo del camino recorrido por Jesús durante su vida terrena: el Monte de los Olivos, el Monte Calvario, el jardín donde fue sepultado en un sepulcro nuevo.

El Vía Crucis es la síntesis de varias devociones surgidas desde la alta Edad Media: la peregrinación a Tierra Santa para visitar devotamente los lugares de la Pasión del Señor; la devoción a las «caídas de Cristo» bajo el peso de la Cruz; la devoción a los «caminos dolorosos de Cristo», la devoción a las «estaciones de Cristo», esto es, a los momentos en los que Jesús se detiene durante su camino al Calvario. En su forma actual, que está ya atestiguada en la primera mitad del siglo XVII,

En el ejercicio de piedad del Vía Crucis se acentúan varios rasgos de la espiritualidad cristiana: la comprensión de la vida como camino o peregrinación; la vida como paso, a través del misterio de la Cruz, del exilio terreno a la patria celeste; el deseo de conformarse profundamente con la Pasión de Cristo; las exigencias de la sequela Christi, llevando cada día la propia cruz (cfr. Lc 9,23)




























































 

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Solemnidade da Anunciación do Señor


25 de marzo: «Abrazando a vida, construimos esperanza».

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Presentación libro: MÍRAME (Turismo Catedral)

SEMANA XVI DE TEOLOGIA

Semana de Teología

Bajo el signo de la esperanza el apóstol Pablo infundía aliento a la comunidad cristiana de Roma. La esperanza también constituye el mensaje central del próximo Jubileo, que según una antigua tradición el Papa convoca cada veinticinco años. Pienso en todos los peregrinos de esperanza que llegarán a Roma para vivir el Año Santo (…) Todos esperan. En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana. Sin embargo, la imprevisibilidad del futuro hace surgir sentimientos a menudo contrapuestos: de la confianza al temor, de la serenidad al desaliento, de la certeza a la duda. Encontramos con frecuencia personas desanimadas, que miran el futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad. Que el Jubileo sea para todos, ocasión de reavivar la esperanza. La Palabra de Dios nos ayuda a encontrar sus razones. Dejémonos conducir por lo que el apóstol Pablo escribió precisamente a los cristianos de Roma. (Papa Francisco, Bula de convocatoria del Jubileo Ordinario año 2025, nº 1)