22.- Visión de la Storta

Novena al Santo Cristo de Ourense

Día 3 de mayo, fiesta del Santo Cristo de Ourense. 

“Por tu pasión y tu Cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”

La Historia de la Salvación tiene un final feliz

Con la muerte de Jesús queda abierta la Jerusalén del cielo para toda la humanidad. Al fondo, una puerta nos muestra que es a través de la entrega de Jesús como llegamos a entender el amor de Dios: «Yo soy la puerta del Reino de Dios: quien entre por esta puerta se salvará» (Marko Rupnik, Manrresa)

La cruz del Señor es el juicio del mundo, un juicio de misericordia. Es la elevación de la Cruz santa y vivificante sobre el mundo. La Cruz es el signo supremo, indeleble, que manifiesta el Señor resucitado en el Espíritu Santo. Icono de amor del Padre que ha entregado el Hijo en el amor del Espíritu. El Hijo del hombre debe ser ensalzado sobre la cruz, el trono de la divina gloria y de la misericordia. Se afirma solemnemente que el que cree en la exaltación del Hijo del hombre tiene vida eterna, ya que Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. La cruz levantada permanece in altum, sobre nuestras miserias y pecados, para que el que crea en Cristo tenga la vida eterna, participe de la vida de Dios. La cruz es preciosa porque significa el amor gratuito de Dios, a cambio de nada, sin esperar la respuesta de fe y de amor del mundo. La cruz es manifestación de la Trinidad: el Padre se da en su Hijo en el amor del Espíritu Santo.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia. Momento de silencio

8.- El Becerro de Oro

Novena al Santo Cristo de Ourense

8º día  de la novena, san José Obrero.

Somos cristianos y por su Sangre participamos de su Nombre, porque somos suyos.

El becerro de oro de todos los tiempos


Se han hecho un dios a su medida. Un dios más cercano que el Dios de Moisés. Pueden adorarlo en el desierto sin tener que subir a la montaña (Marko Rupnik, Manrresa).


En el Evangelio, se concluye el discurso de «Jesús, buen pastor». Cuando los judíos le preguntan si Él es el Mesías, dice que sí, repite su condición de pastor que da la vida por las ovejas y añade: Yo y el Padre somos uno. Nadie jamás en la historia ha pronunciado algo así. La palabra «pastor bueno» se puede traducir también como «pastor bello». Desde la teología se puede entender esto como expresión de que Jesús enamora y seduce por su amor entregado. Así lo entendió San Juan de la Cruz en sus versos: «Un pastorcico solo está penado ageno de plazer y de contento y en su pastora (la Iglesia) puesto el pensamiento y el pecho del amor muy lastimado penado».

«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia. Momento de silencio

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Novena al Santo Cristo de Ourense


7º día de la novena, 
lunes de la IV semana de Pascua.

Dar la Vida para recobrarla de nuevo.

La tentación de buscar otros dioses

Frente al monoteísmo mosaico, los israelitas reúnen las joyas, sus pendientes y alhajas, para fundirlas y crear un dios a su antojo (Marko Rupnik, Manrresa)

 

«Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su único Hijo…». Jesucristo es la encarnación y manifestación del amor de Dios. Pero ese Dios se ha encarnado, se nos ha manifestado en la persona real de Jesucristo. Ya no se trata de un Dios lejano, sino de una persona que ha vivi do entre nosotros, que ha trabajado con manos de hombre, ha sudado y se ha cansado como cualquiera de nosotros, se ha alegrado con las alegrías humanas. Y, sobre todo, como hemos contemplado en la Semana Santa,  Jesucristo ha sufrido por nosotros colgado del madero de la cruz. Y después de resucitar, Jesucristo sigue acompañando a cada uno de aquellos por los que ha entregado su vida. No le basta haber hecho un acto tan inmenso de amor; sigue amándonos, con actos constantes de entrega. Así se ha manifestado su amor personal, siendo «nuestro pastor». Dio la  vida por las ovejas

 “Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por la paz y la concordia entre los pueblos. Momento de silencio.

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Novena al Santo Cristo de Ourense

6º día de la novena: Domingo de la IV semana de Pascua

 30 de abril:

El Buen Pastor da la Vida por las ovejas.

Caín y Abel. La oscuridad de la ausencia de bien sigue hacendo estragos en la hisotira. La primera generación muestra la conteinda por domincar la creación (Marko Rupnik. Manrresa)

La antífona de comunión lleva la hondura de la tradición litúrgica: «Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por las ovejas y se dignó morir por su rebaño» (Surrexit Pastor bonus). La imagen del buen Pastor es la representación más antigua del Señor en el arte cristiano. La Iglesia hoy pide al Señor que sean muchos los llamados al servicio de la Iglesia y del Reino en la diversidad de carismas y ministerios. En el Evangelio, se auto define como «la puerta» (Yo soy la puerta de las ovejas). Él, a diferencia de los demás, es el pastor verdadero de las ovejas: las conoce, las llama por su nombre y las saca fuera. La insistencia de Jesús en el Yo soy contrasta con nuestro mundo, que promueve la teoría de que existen muchos caminos y muchas verdades. Pero la verdad de Dios es indivisible y se manifiesta precisamente como amor absoluto: el buen Pastor da la vida por las ovejas, no hay ninguna otra verdad superior ni comparable a esta.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las familias. Momento de silencio 

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Novena al Santo Cristo de Ourense

  5º día de la novena: Santa Catalina de Siena, 

virgen y doctora de la Iglesia Patrona de Europa

Día 29 de abril

En la Cruz, la sangre de Cristo nos limpia de nuestros pecados. 

En el Paraíso. Dios entra en el jardín del Edén, tomando del brazo a Adán y Eva. Abajo, oscuridad: el mal espíritu , como serpiente, se enrosca en la creación, alcanzando a Adán y a Eva (Marko Rupnik, Manrresa).

San Pedro nos anima a tener sentimientos de humildad, huir de la soberbia, descargando en Cristo nuestros agobios y sufrimientos que tantas veces nos asolan, sabiendo que es Cristo “quien cargó con nuestros pecados”; que es Cristo el único que nos rescata de las fauces del león rugiente; que es Cristo, sudando sangre quien bebe el cáliz de la amargura y todo por cumplir la voluntad del Padre.

“Bendice alma mía al Señor, canta al Dios de la alianza compasivo y misericordioso, lento a la ira, rico en clemencia” (sal, 192). Es la alabanza a Dios de santa Catalina, y de toda la Iglesia, que nos ha dado a Jesucristo como víctima de propiciación por nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las necesidades de todos los hombres. Momento de silencio

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Novena al Santo Cristo de Ourense

Día 28 de abril:  4º de la novena: viernes de la III semana de Pascua

Vivir para Cristo, alimentada la fe en Cristo inmolado por nosotros.

La Creación del hombre y de la mujer


Adán duerme con el costado abierto desde el que Dios ha tomado su costilla para darle cuerpo a Eva. Ella ya está de pie junto a él, recibiendo el aliento de vida, simbolizado en el blanco del Espíritu y en la sangre  figurada ya en el cáliz que da vida (Marko Rupnik, Manrresa).

En el texto evangélico, los judíos se preguntaban: ¿Cómo puede este darnos a beber su sangre? Ellos murmuraban. Nosotros (la Iglesia) no podemos murmurar porque sabemos todo lo que ha hecho el Señor para darnos su cuerpo y su sangre: entregar sin reservas su vida en la cruz. Y los cristianos sabemos que su pan es verdadera comida y su sangre verdadera bebida, sin ningún ápice de simbolismo, sino desde el realismo dogmático de la transubstanciación. Si no fuese verdadera, no sería posible la inhabitación trinitaria que se realiza cuando un cristiano recibe la sagrada Eucaristía. La eucaristía es comunión con Cristo: Habita en mí y yo en él. La preciosa expresión el que me come vivirá por mí, se puede traducir también para mí. Es decir, el cristiano vive por Cristo y para Cristo. Y Cristo vive por el Padre.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las vocaciones al Sacerdocio y a la Vida Consagrada. Momento de silencio.

3.- La Promesa

Novena al Santo Cristo de Ourense

 Tercer día de la novena al Santo Cristo de Ourense

Día 27 de abril

La promesa de la bendición de las tierras y de la descendencia

Abrahan y Sara reciben la promesa de Dios: nuevas tierras y una descendencia sin fin para su pueblo. El Mesías aparece en perspectiva de salvación (Marko Rupnik, Manrresa).

Buscar la Vida es encontrar a Cristo Pan de Vida, inmolado en la Cruz.

En el Evangelio, el Señor nos dice: El pan que yo daré es mi propia carne para la vida del mundo. Hablaba así al mismo tiempo de su donación en la cruz, perpetuada sacramentalmente en la Eucaristía. La Palabra que el Padre dirige al mundo es el verdadero alimento del hombre, es el «pan del cielo» y, Jesús, como Palabra es este pan, y lo es como Palabra hecha carne y sangre. En la Eucaristía hay que escuchar en la fe la Palabra encarnada pues el pan que recibimos es también esta Palabra encarnada: «escuchar, creer y comer» son una misma cosa.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones del Sr. Obispo. 

1.- La Creación

Día Primero de la Novena al Santo Cristo de Ourense

 Primer día de la Novena al Santo Cristo de Ourense

Día 25 de abril

Desde el principio todo camina hacia la salvación en Cristo, muerto y resuciatado.

«El principio de la vida de todos los vivientes, de los mares, los continentes y los astros del cielo están representados como una matriz con la que Dios da a luz al mundo»(Marko Rupnik, La Creación) 

Fidelidad al Anuncio completo del mensaje Evangélico. 

En el evangelio se hace honor al evangelista Marcos proclamando el final solemne del relato. El Señor resucitado se aparece a los Once y los envía en una misión universal: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. Una buena nueva que será consignada, como palabra escrita, en el Evangelio según Marcos, discípulo e intérprete de Pedro. «Marcos, que fue intérprete de Pedro, escribió con exactitud todo lo que recordaba, pero no, en orden de lo que el Señor dijo e hizo. Porque él no oyó ni siguió personalmente al Señor, sino a Pedro. Éste llevaba a cabo sus enseñanzas de acuerdo con las necesidades, pero no como quien va ordenando las palabras del Señor, y Marcos no se equivocó en absoluto cuando escribía ciertas cosas como las tenía en su memoria. Porque todo su empeño lo puso en no olvidar nada de lo que escuchó y en no escribir nada falso»” (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica III, 39). 

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia.

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Domingo de Pascua


DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR

Día 9 de abril de 2023

Este es el día en que actuó el Señor, la solemnidad de las solemnidades y nuestra Pascua: la resurrección de nuestro Salvador Jesucristo según la carne. Porque el primer día de la semana, el domingo de Pascua, Cristo resucitó de entre los muertos, cantamos aleluya con toda la razón, algo imposible sin la resurrección, nos faltaría el motivo auténtico de alegría si todo hubiese terminado en la cruz. Cristo resucitó. ¡Alegrémonos! La muerte y el pecado -dos caras de la misma moneda- están derrotados. Se ha abierto para nosotros la plenitud de la vida antes completamente cerrada, gracias a la resurrección de Cristo, de la que podemos participar por la fe y los sacramentos. Por eso alegres cantamos Aleluya. Feliz Pascua de Resurrección (Homs. Escorial).

 Procesión del Encuentro:

Santa Misa:

Procesión de regreso a Santa María Nai: