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Dedicación de la Catedral Basílica de San Martín de Tours

NATURALEZA Y DIGNIDAD DEL ALTAR

Ritual de la dedicación de Iglesias y de Altares

Cristo es el altar del nuevo Testamento

Los antiguos Padres de la Iglesia, meditando la palabra de Dios, no dudaron en afirmar que Cristo fue, al mismo tiempo, la víctima, el sacerdote y el altar de su propio sacrificio

También el discípulo de Cristo es un altar espiritual

Si Cristo, Cabeza y Maestro, es verdadero altar, también sus miembros y discípulos son altares espirituales, en los que se ofrece a Dios el sacrificio de una vida santa. Esto lo afirman ya los santos Padres. San Ignacio de Antioquía suplica a los Romanos: «El mejor favor que podéis hacerme es dejar que sea inmolado para Dios, mientras el altar está aún preparado»

El altar es la mesa del sacrificio y del convite pascual

El Señor Jesucristo, al instituir, bajo la forma de un banquete sacrificial, el memorial del sacrificio que iba a ofrecer al Padre en el ara de la cruz, santificó la mesa en la cual se reunirían los fieles para celebrar su Pascua. Así, pues, el altar es mesa de sacrificio y de convite en la que el sacerdote, en representación de Cristo Señor, hace lo mismo que hizo el Señor en persona y encargó a los discípulos que hicieran en conmemoración suya.

El altar es signo de Cristo

Los hijos de la Iglesia pueden, según las circunstancias, celebrar en cualquier lugar el memorial de Cristo y acercarse a la mesa del Señor. Pero conviene al misterio eucarístico que los fieles levanten un altar estable para celebrar la Cena del Señor, como se viene haciendo desde los tiempos antiguos. El altar cristiano es, por su misma naturaleza, la mesa peculiar del sacrificio y del convite pascual:

·       Es el ara peculiar en la cual el sacrificio de la cruz se perpetúa sacramentalmente para siempre hasta la venida de Cristo.

·       Es la mesa junto a la cual se reúnen los hijos de la Iglesia para dar gracias a Dios y recibir el cuerpo y la sangre de Cristo.

Así, pues, en todas las iglesias el altar es el «centro de la acción de gracias que se realiza en la eucaristía», y el lugar a cuyo rededor giran de un modo u otro las demás acciones litúrgicas.

El altar es honor de los mártires

Toda la dignidad del altar le viene de ser la mesa del Señor. Por eso los cuerpos de los mártires no honran el altar, sino que éste dignifica el sepulcro de los mártires. Porque, para honrar los cuerpos de los mártires y de otros santos y para significar que el sacrificio de los miembros tuvo principio en el sacrificio de la Cabeza, conviene edificar el altar sobre sus sepulcros o colocar sus reliquias debajo de los altares… Porque, aunque todos los santos son llamados, con razón, testigos de Cristo, sin embargo, el testimonio de la sangre tiene una fuerza especial que sólo las reliquias de los mártires, colocadas bajo el altar, expresan en toda su integridad.

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Nuevas obras en la Catedral Basílica de Ourense

Restauración exterior del Cimborrio y de la fachada Sur de la Catedral

Inicio de las obras: 23 – V – 2023

La Xunta invertirá 570.000 euros en un plan de trabajo para eliminar los daños por la humedad en el templo que durará cinco meses  La empresa Obras Gallaecia ha sido la seleccionada por la Xunta de Galicia para afrontar un nuevo proyecto de restauración en la catedral de Ourense. Los trabajos, presupuestados en algo más de medio millón de euros, afectarán a la fachada sur y al cimborrio, un elemento constructivo bastante singular que está afectado por el denominado mal de la piedra. Se ha colocado el andamiaje para comenzar con las actuaciones que, según el contrato, durarán cinco meses.

BREVE HISTORIA DEL CIMBORRIO

DE LA CATEDRAL DE SAN MARTIÑO.

 OURENSE

La catedral de Ourense fue edificada entre los siglos XII y XIII y está considerada como uno de los grandes templos románicos de España y una de las construcciones culminantes de la Edad Media en Galicia

Una de las partes más destacadas de la construcción es uno de los elementos más singulares

El cimborrio es uno de los más notables de España y uno de los tres únicos que hay del siglo XV junto con el de la seo de Zaragoza y el de Tarazona. Fue elaborado por Rodrigo de Badajoz entre 1499 y 1505.

El Cimborrio es un elemento arquitectónico en forma de torre erigido sobre el crucero de una iglesia, que permite iluminar y ventilar el interior. Generalmente son de planta cuadrada y octogonal y descansan sobre os arcos torales o bien sobre pechinas o trompas. Sus paños verticales están calados por vanos (ventanales o lucernarios) que, además de iluminar y ventilar, alivian su peso. Dentro de la secuencia del cimborrio que tanto se valora en las últimas etapas del gótico, el de la catedral de Ourense tiene un indudable valor, y quizá rareza, por el material con el

que se construye, granito. que indudablemente debe prever una mayor necesidad de

seguridad porque no cabe duda que los cimborrios han sufrido notables descalabros como es el caso de las catedrales de Burgos o Sevilla. porque no han tenido en cuenta las cargas que supone para un edificio, que no los preveía.

22.- Visión de la Storta

Novena al Santo Cristo de Ourense

Día 3 de mayo, fiesta del Santo Cristo de Ourense. 

“Por tu pasión y tu Cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”

La Historia de la Salvación tiene un final feliz

Con la muerte de Jesús queda abierta la Jerusalén del cielo para toda la humanidad. Al fondo, una puerta nos muestra que es a través de la entrega de Jesús como llegamos a entender el amor de Dios: «Yo soy la puerta del Reino de Dios: quien entre por esta puerta se salvará» (Marko Rupnik, Manrresa)

La cruz del Señor es el juicio del mundo, un juicio de misericordia. Es la elevación de la Cruz santa y vivificante sobre el mundo. La Cruz es el signo supremo, indeleble, que manifiesta el Señor resucitado en el Espíritu Santo. Icono de amor del Padre que ha entregado el Hijo en el amor del Espíritu. El Hijo del hombre debe ser ensalzado sobre la cruz, el trono de la divina gloria y de la misericordia. Se afirma solemnemente que el que cree en la exaltación del Hijo del hombre tiene vida eterna, ya que Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. La cruz levantada permanece in altum, sobre nuestras miserias y pecados, para que el que crea en Cristo tenga la vida eterna, participe de la vida de Dios. La cruz es preciosa porque significa el amor gratuito de Dios, a cambio de nada, sin esperar la respuesta de fe y de amor del mundo. La cruz es manifestación de la Trinidad: el Padre se da en su Hijo en el amor del Espíritu Santo.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia. Momento de silencio

8.- El Becerro de Oro

Novena al Santo Cristo de Ourense

8º día  de la novena, san José Obrero.

Somos cristianos y por su Sangre participamos de su Nombre, porque somos suyos.

El becerro de oro de todos los tiempos


Se han hecho un dios a su medida. Un dios más cercano que el Dios de Moisés. Pueden adorarlo en el desierto sin tener que subir a la montaña (Marko Rupnik, Manrresa).


En el Evangelio, se concluye el discurso de «Jesús, buen pastor». Cuando los judíos le preguntan si Él es el Mesías, dice que sí, repite su condición de pastor que da la vida por las ovejas y añade: Yo y el Padre somos uno. Nadie jamás en la historia ha pronunciado algo así. La palabra «pastor bueno» se puede traducir también como «pastor bello». Desde la teología se puede entender esto como expresión de que Jesús enamora y seduce por su amor entregado. Así lo entendió San Juan de la Cruz en sus versos: «Un pastorcico solo está penado ageno de plazer y de contento y en su pastora (la Iglesia) puesto el pensamiento y el pecho del amor muy lastimado penado».

«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia. Momento de silencio

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Novena al Santo Cristo de Ourense


7º día de la novena, 
lunes de la IV semana de Pascua.

Dar la Vida para recobrarla de nuevo.

La tentación de buscar otros dioses

Frente al monoteísmo mosaico, los israelitas reúnen las joyas, sus pendientes y alhajas, para fundirlas y crear un dios a su antojo (Marko Rupnik, Manrresa)

 

«Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su único Hijo…». Jesucristo es la encarnación y manifestación del amor de Dios. Pero ese Dios se ha encarnado, se nos ha manifestado en la persona real de Jesucristo. Ya no se trata de un Dios lejano, sino de una persona que ha vivi do entre nosotros, que ha trabajado con manos de hombre, ha sudado y se ha cansado como cualquiera de nosotros, se ha alegrado con las alegrías humanas. Y, sobre todo, como hemos contemplado en la Semana Santa,  Jesucristo ha sufrido por nosotros colgado del madero de la cruz. Y después de resucitar, Jesucristo sigue acompañando a cada uno de aquellos por los que ha entregado su vida. No le basta haber hecho un acto tan inmenso de amor; sigue amándonos, con actos constantes de entrega. Así se ha manifestado su amor personal, siendo «nuestro pastor». Dio la  vida por las ovejas

 “Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por la paz y la concordia entre los pueblos. Momento de silencio.

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Novena al Santo Cristo de Ourense

6º día de la novena: Domingo de la IV semana de Pascua

 30 de abril:

El Buen Pastor da la Vida por las ovejas.

Caín y Abel. La oscuridad de la ausencia de bien sigue hacendo estragos en la hisotira. La primera generación muestra la conteinda por domincar la creación (Marko Rupnik. Manrresa)

La antífona de comunión lleva la hondura de la tradición litúrgica: «Ha resucitado el Buen Pastor, que dio la vida por las ovejas y se dignó morir por su rebaño» (Surrexit Pastor bonus). La imagen del buen Pastor es la representación más antigua del Señor en el arte cristiano. La Iglesia hoy pide al Señor que sean muchos los llamados al servicio de la Iglesia y del Reino en la diversidad de carismas y ministerios. En el Evangelio, se auto define como «la puerta» (Yo soy la puerta de las ovejas). Él, a diferencia de los demás, es el pastor verdadero de las ovejas: las conoce, las llama por su nombre y las saca fuera. La insistencia de Jesús en el Yo soy contrasta con nuestro mundo, que promueve la teoría de que existen muchos caminos y muchas verdades. Pero la verdad de Dios es indivisible y se manifiesta precisamente como amor absoluto: el buen Pastor da la vida por las ovejas, no hay ninguna otra verdad superior ni comparable a esta.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las familias. Momento de silencio 

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Novena al Santo Cristo de Ourense

  5º día de la novena: Santa Catalina de Siena, 

virgen y doctora de la Iglesia Patrona de Europa

Día 29 de abril

En la Cruz, la sangre de Cristo nos limpia de nuestros pecados. 

En el Paraíso. Dios entra en el jardín del Edén, tomando del brazo a Adán y Eva. Abajo, oscuridad: el mal espíritu , como serpiente, se enrosca en la creación, alcanzando a Adán y a Eva (Marko Rupnik, Manrresa).

San Pedro nos anima a tener sentimientos de humildad, huir de la soberbia, descargando en Cristo nuestros agobios y sufrimientos que tantas veces nos asolan, sabiendo que es Cristo “quien cargó con nuestros pecados”; que es Cristo el único que nos rescata de las fauces del león rugiente; que es Cristo, sudando sangre quien bebe el cáliz de la amargura y todo por cumplir la voluntad del Padre.

“Bendice alma mía al Señor, canta al Dios de la alianza compasivo y misericordioso, lento a la ira, rico en clemencia” (sal, 192). Es la alabanza a Dios de santa Catalina, y de toda la Iglesia, que nos ha dado a Jesucristo como víctima de propiciación por nuestros pecados, no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las necesidades de todos los hombres. Momento de silencio

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Novena al Santo Cristo de Ourense

Día 28 de abril:  4º de la novena: viernes de la III semana de Pascua

Vivir para Cristo, alimentada la fe en Cristo inmolado por nosotros.

La Creación del hombre y de la mujer


Adán duerme con el costado abierto desde el que Dios ha tomado su costilla para darle cuerpo a Eva. Ella ya está de pie junto a él, recibiendo el aliento de vida, simbolizado en el blanco del Espíritu y en la sangre  figurada ya en el cáliz que da vida (Marko Rupnik, Manrresa).

En el texto evangélico, los judíos se preguntaban: ¿Cómo puede este darnos a beber su sangre? Ellos murmuraban. Nosotros (la Iglesia) no podemos murmurar porque sabemos todo lo que ha hecho el Señor para darnos su cuerpo y su sangre: entregar sin reservas su vida en la cruz. Y los cristianos sabemos que su pan es verdadera comida y su sangre verdadera bebida, sin ningún ápice de simbolismo, sino desde el realismo dogmático de la transubstanciación. Si no fuese verdadera, no sería posible la inhabitación trinitaria que se realiza cuando un cristiano recibe la sagrada Eucaristía. La eucaristía es comunión con Cristo: Habita en mí y yo en él. La preciosa expresión el que me come vivirá por mí, se puede traducir también para mí. Es decir, el cristiano vive por Cristo y para Cristo. Y Cristo vive por el Padre.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las vocaciones al Sacerdocio y a la Vida Consagrada. Momento de silencio.

3.- La Promesa

Novena al Santo Cristo de Ourense

 Tercer día de la novena al Santo Cristo de Ourense

Día 27 de abril

La promesa de la bendición de las tierras y de la descendencia

Abrahan y Sara reciben la promesa de Dios: nuevas tierras y una descendencia sin fin para su pueblo. El Mesías aparece en perspectiva de salvación (Marko Rupnik, Manrresa).

Buscar la Vida es encontrar a Cristo Pan de Vida, inmolado en la Cruz.

En el Evangelio, el Señor nos dice: El pan que yo daré es mi propia carne para la vida del mundo. Hablaba así al mismo tiempo de su donación en la cruz, perpetuada sacramentalmente en la Eucaristía. La Palabra que el Padre dirige al mundo es el verdadero alimento del hombre, es el «pan del cielo» y, Jesús, como Palabra es este pan, y lo es como Palabra hecha carne y sangre. En la Eucaristía hay que escuchar en la fe la Palabra encarnada pues el pan que recibimos es también esta Palabra encarnada: «escuchar, creer y comer» son una misma cosa.

“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones del Sr. Obispo.