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Novena a san José

Solemnidad de San José

(19 de marzo de 2022)

De san José sabemos muy poco, pero el silencio y la ocultación son también indicativos de la presencia de Dios y de que la vida con frecuencia no está en lo portentoso. De las catequesis del Papa podemos entresacar algunos de los aspectos que sin duda nos ayudarán en nuestro camino de fe.

1.- La confianza en Dios: San José es el hombre de la plena confianza puesta en Dios. Confiar no siempre ha resultado fácil. Hoy el ángel le pide a José que confíe en Dios: “José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo”.

2.- San José como hombre justo. Por otro lado, san José es el prototipo de hombre justo. De hecho, san Mateo en su evangelio lo define así: “La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto” (1,18-19).

3.- El silencio de José: Otro aspecto importante es el silencio de José. El Evangelio, como sabemos, no ha conservado ninguna palabra de José, su actividad la lleva en silencio. Es el estilo que le caracteriza en toda la existencia. San José es el hombre de la presencia discreta y escondida, un intercesor, un apoyo y una guía en los momentos de dificultad.

4.- La fidelidad a Dios: José es obligado a dejar su tierra con su familia, de prisa: es otro momento misterioso en su vida; otra prueba en la que se le pide plena fidelidad al designio de Dios: ¿Por qué me buscábais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre? (Lc 2,49). Esta doble pregunta del Hijo de Dios nos ayuda a entender el misterio de la paternidad de José

5.- El trabajo de cada día: Otro aspecto es el trabajo de José en su taller de Nazaret: Jesús crece como hombre a la sombra de sus padres, pero, al mismo tiempo, estos permanecen, a su vez, escondidos en Cristo, en su misterio, viviendo su vocación.

Pidamos a San José que interceda por nosotros para poder, como él, confiar en Dios, ser justos y hallarle en el silencio de las cosas cotidianas y en el trabajo de cada día (Cfr. El Escorial, OSA). 

Oración: “Glorioso patriarca san José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío, para que tengan una buena solución. Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti. Que no se diga que te haya invocado en vano y, como puedes hacer todo con Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén”.]]>

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Ante el Día del Seminario

DÍA DEL SEMINARIO

Sacerdotes

al servicio de una Iglesia en camino

El fin de semana del 19 y 20 de marzo estamos todos invitados a entregarnos a fondo rezando y colaborando con el Seminario. El ya tradicional «Día del Seminario» en torno a la solemnidad de san José es una ocasión para que todos los bautizados sepamos dar gracias a Dios por las vocaciones sacerdotales y pidamos al Dueño de la mies que envíe más obreros.

Es momento de mirar a nuestros Seminarios, no con la nostalgia o añoranza de tiempos pasados, sino con confianza en Dios, que sigue actuando y suscitando vocaciones sacerdotales entre nuestros jóvenes.

El lema de este año nos recuerda varias dimensiones del sacerdocio:

·      «Sacerdotes»: al poner esta palabra en plural, se quiere recordar la necesidad de la fraternidad, ya que nadie es sacerdote solo.

·       «Al servicio»: la vocación sacerdotal solo puede entenderse desde la entrega total a Dios y a los demás, desterrando los intereses egoístas.

·      «De una Iglesia»: solo en el seno de la Iglesia se descubre el sentido del sacerdote, como hombre de comunión que experimenta profundamente la maternidad eclesial.

·      «En camino»: nos recuerda que estamos en Sínodo, caminando juntos a la escucha de lo que el Espíritu Santo quiere comunicarnos.

En el «Día del Seminario» tenemos la oportunidad para poner de manifiesto la solicitud de cada parroquia por el Seminario y por las vocaciones sacerdotales, también con nuestra generosa colaboración económica para la formación de los futuros sacerdotes. La Iglesia nos propone en este día mostrar nuestra cercanía y aprecio por cada seminarista y orar por ellos, por sus formadores y por las vocaciones sacerdotales.

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Día de luto en la Catedral Basílica de san Martiño

Descanse en paz el M. I. Sr. D. Perfecto González Sulleiro,

Canónigo emérito de la Catedral Basílica de San Martiño

R. I . P.

Natural de san Cibrao de Lás, ordenado sacerdote el 29 de junio de 1957. Es nombrado formador y profesor del Seminario Menor de la Inmaculada y rector del Seminario Menor de la Inmaculada el día 1 de octubre de 1969. Promueve el deporte (por primera vez vestimos ropa deportiva), con él hacíamos grandes caminatas (la gente, al vernos pasar, decía: “irán castigados”). Amaba la austeridad. Era famosa la frase que nos repetía con frecuencia: “tengo sed, una fuentes; luego, no bebo”. Y cuando no nos esforzábamos lo suficiente, nos repetía: “no seas piedra de río, que no vale para construir”.

Licenciado en Clásicas por la Pontificia Universidad de Salamanca, era el hombre de las mil ideas: al comienzo de cada curso escolar cogía por banda a los formadores para mentalizarte de cara el nuevo curso: grandes representaciones teatrales por la Inmaculada (obras clásicas como la Antígona…), programación de cine todo el año (en el seminario he visto las mejores películas de la historia del cine y, en un concurso intercolegial, el seminario ganó el campeonato de cine); rondalla, plantación de árboles en el monte del seminario; rugby en el seminario y D. Perfecto, en medio del campo, con el reglamento en la mano interpretando cada jugada). Trabajador incansable hasta conseguir la homologación de los estudios: “un Seminario Menor con sus estudios homologados con los del Estado para respetar de una manera sincera la libertad del seminarista, si llegara a descubrir que el sacerdocio no es su camino”. Los que estábamos a su lado resumíamos sus esfuerzos en aquel diálogo que mantenían el Sr. Obispo, burgalés, y D. Perfecto: “Sulleiro, eres tozudo”… “D. Ángel, querrá decir, tenaz”. Director y alma mater del Seminario de verano en Porto do Son. Allí hacía madrugar a los seminaristas y a las siete de la mañana todos al agua.: “hay que ser espartanos en la vida, muchachos”. Toma posesión de canónigo el día siete de octubre de 1985 y pasa a ser capellán de las Esclavas del Santísimo Sacramento.

El día 1 de octubre de 1984 es nombrado Rector del Seminario Mayor del Divino Maestro. No fue un momento fácil. En la toma de posesión decía: “hay flores en el claustro del Seminario, tiempo de siembre y de esperanza”. Inicia la afiliación del Seminario con la Pontificia Universidad de Salamanca para convertirlo en Instituto Teológico. Él mismo, de su peculio, dona 400.000 pesetas para adquirir las Actas  del Concilio Vaticano II, imprescindibles en Instituto Teológico.

Muy preocupado por la solución de los problemas; en apariencia, de carácter duro, pero con una ternura inigualable; querido, apreciado y muy valorado por sus alumnos; amigo de la dialéctica hasta el punto, a veces, de llevar la contraria de lo que él mismo pensaba, y, aviniéndose al final: “no, por eso digo”. Conciliador en política, con amistades en las ideologías más dispares. Rector del templo de santa María Madre con innovaciones oportunas.

Canónigo emérito, vicario parroquial por voluntad propia en San Pío X. Con una frase lapidaria explicaba ahora su cometido de emérito:: “Vuestra misión no es dar de comer a las gallinas (decía a los curas jóvenes). Eso lo hacemos los eméritos. Vosotros tenéis que alimentar a los Gallos de pelea”, refiriéndose a los nuevos líderes de la pastoral diocesana.

Los exalumnos del Seminario, los sacerdotes que se formaron durante su providencia y muchos amigos y compañeros, sacerdotes, religiosos y seglares, expresan su más profundo agradecimiento a D. Perfecto y ruegan al Señor por su eterno descanso.

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Décimo aniversario de la ordenación episcopal del Sr. Obispo

La Catedral Basílica de san Martiño reza por Monseñor Lemos Montanet y le felicita en el décimo aniversario de su ordenación episcopal 

Con motivo del décimo aniversario de la ordenación episcopal de nuestro Obispo, Monseñor Lemos Montanet, que tuvo lugar en esta Catedral el día 11 de febrero del año  2012, el Excmo. Cabildo de la Catedral Basílica, la comunidad orante y celebrativa, los sacerdotes, los religiosos y religiosas y todos los fieles aquí presentes, nos unimos en oración agradecida al Señor por habernos concedido en la persona de D. Leonardo, la gracia de un obispo fiel dispensador de la palabra de Dios, generoso administrador de los sacramentos y entusiasta forjador de unidad y comunión, llevando a la práctica lo expresado en su lema episcopal “in caritate omnia”: desde la Eucaristía, el mayor signo de caridad, de amor de Dios a los hombres, lleva ese amor a los demás, a todos y, a la vez, presenta todos nuestros afanes al Señor. Y, haciendo honor a la invitación del Papa de ser una Iglesia en salida, por medio del camino sinodal que hemos emprendido en nuestra diócesis y que ahora lo hacemos con la Iglesia universal. Que la Virgen del Consuelo, a quien se dirige cada vez que nos predica, le siga dando fuerza e ilusión evangelizadora.  D. Leonardo, solo nos queda decir: Gracias.»

Oración de los fieles: Pidamos al Señor, que gobierna los pueblos con misericordia y con amor, que conceda a nuestro Obispo, D. Leonardo, el Espíritu de sabiduría, al que ha dado el oficio de gobernar, para que el provecho de su rebaño sea el gozo eterno de los pastores. Roguemos al Señor.

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Campaña contra el hambre

MANOS UNIDAS

 13 de febrero de 2022

 «Nuestra indiferencia los condena al olvido».

Millones de personas ya afrontaban sus vidas como un desafío casi insalvable antes de la actual crisis social y sanitaria que padecemos. Pero la COVID-19 empujará a otros 500 millones de personas a la pobreza. Y lo peor es que, si no hacemos algo, y lo hacemos ya, el hambre podría alcanzar a más de mil millones de seres humanos en los próximos años.

 

Manos Unidas alza la voz ante la creciente indiferencia que se está instaurando en nuestro mundo, pues constituye uno de los mayores desafíos de nuestra Institución y queremos denunciarlo en esta Campaña. Queremos despertar conciencias anestesiadas para que nadie se quede atrás, porque no es posible construir un mundo diferente con gente indiferente.

No podemos permanecer impasibles ante la desigualdad que condena al olvido y a la marginación a mujeres, niños, ancianos, personas con discapacidad, minorías étnicas… que representan a los “desheredados” de la Tierra.

Si no reaccionamos, sin nuestra mirada, atención y apoyo, los más pobres del planeta serán olvidados y se harán invisibles. «Nuestra indiferencia los condena al olvido», como dice el lema de la Campaña 63, pero estamos a tiempo de actuar. Que la pobreza y el hambre no sean invisibles depende de ti. ¡Actúa!

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