Bienaventurada Virgen María de Fátima
Día 13 de mayo de 2025
Procesión de antorchas
A las 22, 45 horas

«Habemus Papam»
LEON XIV: EL 267 SUCESOR DE SAN PEDRO
Día 8 de mayo del 2025
A las 18.07 fumata blanca
A las 19. 15: nombre, saludo y bendición papal
Natural de Chicago, Estados Unidos.
También con nacionalidad peruana. Fue obispo de Chiclayo.
«Habemus Papam»
«La Paz esté con todos vosotros. Quisiera que este saludo de paz llegara a todos vosotros, a todas las personas, a toda la tierra»
NOVENA AL SANTO CRISTO DE OURENSE. DÍA 9°
Día 3 de mayo, sábado: noveno día de la novena al Santo Cristo de Ourense.
«Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo».
Hemos llegado al 3 de mayo, fiesta del Santo Cristo de Ourense. Hoy miramos esta sagrada imagen de JESUCRISTO, custodiada en su Capilla en nuestra Catedral, que hoy más que nunca se transforma en Santuario de la esperanza. Escuchemos que se nos dice: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único».
««Nos amó», dice san Pablo refiriéndose a Cristo, para ayudarnos a descubrir que de ese amor nada «podrá separarnos». Pablo lo afirmaba con certeza porque Cristo mismo lo había asegurado a sus discípulos: «los he amado». También nos dijo: «os llamo amigos». Su corazón abierto nos precede y nos espera sin condiciones, sin exigir un requisito previo para poder amarnos y proponernos su amistad: «nos amó primero». Gracias a Jesús «nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído» en ese amor»» (DN l).
Tapices del Real Sitio de la Granja de san Ildefonso
«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte».
NOVENA AL SANTO CRISTO DE OURENSE. DÍA 8º
Día 2 de mayo, viernes: octavo día de la novena al Santo Cristo de Ourense.
“Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo».
En este octavo día de la novena al Santo Cristo contemplamos el gran misterio de la EUCARISTÍA, en la que encontramos «el Corazón de Jesucristo vivo, capaz de liberar, de dar sentido a cada momento y de derramar la verdadera paz al ser humano (DN 26) ( … ). En medio de la vorágine del mundo actual y de nuestra obsesión por el tiempo libre, el consumo y la distracción, los teléfonos y las redes sociales, olvidamos alimentar nuestra vida con la fuerza de la Eucaristía» (DN 84). Encontrémonos con Jesucristo vivo y resucitado en el misterio de la Santa Misa, en la Sagrada Comunión, en la adoración y en la vida fraterna y eclesial que nace de la Eucaristía.
Tapices del Real Sitio de la Granja de san Ildefonso
«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte».
NOVENA AL SANTO CRISTO DE 0URENSE. DÍA 6°
Día 30 de abril, miércoles: sexto día de la novena al Santo Cristo de Ourense.
«Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo».
En el sexto día de la novena al Santo Cristo de Ourense vamos a contemplar la realidad del PECADO, el cual es, ante todo, ofensa a Dios. Contemplar al Crucificado-Resucitado nos mueve al dolor por haber defraudado al que tanto nos ama, y la experiencia del perdón nos abre a la mayor esperanza.
«Como sabemos por experiencia personal, el pecado deja huella, lleva consigo unas consecuencias; no sólo exteriores, en cuanto consecuencias del mal cometido, sino también interiores, en cuanto «todo pecado, incluso venial, entraña apego desordenado a las criaturas que es necesario purificar, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio». Por lo tanto, en nuestra humanidad débil y atraída por el mal, permanecen los efectos residuales del pecado. Estos son removidos por la indulgencia, siempre por la gracia de Cristo, el cual, es «nuestra «indulgencia»» (SNC 23). Acojamos en este Jubileo la gracia de la indulgencia.
«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte».
NOVENA AL SANTO CRISTO DE OURENSE. DÍA 5°
Día 29 de abril, martes: quinto día de la novena al Santo Cristo de Ourense.
«Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo».
En el quinto día de la novena al Santo Cristo escuchamos en el evangelio estas consoladoras palabras: «Venid a mí los que estáis cansados y agobiados». «Aunque en las Escrituras tenemos su Palabra siempre viva y actual, a veces Jesús nos habla interiormente y nos llama para llevarnos al mejor lugar. Ese mejor lugar es su propio corazón. Nos llama para hacernos entrar allí donde podemos recuperar las fuerzas y la paz» (DN 43).
Estas palabras «encuentran su máxima expresión en Cristo clavado en una cruz. Esa es la palabra de amor más elocuente. Esto no es cáscara, no es puro sentimiento, no es diversión espiritual. Es amor. Por eso cuando san Pablo buscaba las palabras justas para explicar su relación con Cristo dijo: «Me amó y se entregó por mí» (Ga 2,20). Esa era su mayor convicción, saberse amado. La entrega de Cristo en la cruz lo subyugaba, pero sólo tenía sentido porque había algo más grande todavía que esa entrega: «Me amó»» (DN 46). Vayamos a descansar en Él en este Año Jubilar en el sacramento de la PENITENCIA, de ahí brotará la certeza de sabernos amados y la mayor esperanza.
«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte».
NOVENA AL SANTO CRISTO DE OURENSE. DÍA 4º
Día 28 de abril, lunes: cuarto de la novena al Santo Cristo de Ourense.
«Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo».
En el cuarto día de la novena al Santo Cristo queremos experimentar que también nosotros necesitamos «nacer de nuevo», renovando la esperanza que brota del sacramento del BAUTISMO, por el que fuimos injertados en Jesucristo y grabados a fuego en su Corazón.
«En el Bautismo, en efecto, sepultados con Cristo, recibimos en Él resucitado el don de una vida nueva, que derriba el muro de la muerte, haciendo de ella un pasaje hacia la eternidad. Y si bien, frente a la muerte — dolorosa separación que nos obliga a dejar a nuestros seres más queridos — no cabe discurso alguno, el Jubileo nos ofrecerá la oportunidad de redescubrir, con inmensa gratitud, el don de esa vida nueva recibida en el Bautismo, capaz de transfigurar su dramaticidad» (SNC 20). Somos peregrinos de esperanza hacia la eternidad.
«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte».