El Trece de mayo la Virgen María
bajó de los cielos a Coba de Iría





El Trece de mayo la Virgen María
Los tres videntes de Fátima
HIMNO A LA
VIRGEN DE FÁTIMA
EN LAS RAMAS DE UNA ENCINA
En las ramas de una encina apareces Virgen Blanca
por salvar al mundo Madre en que ti pone su esperanza//
Ave Ave Ave Madre celestial
Ave Ave Ave te canta el mortal
Descendiste de la altura a hablar con los pastorcitos
Te aceptaron generosos ofrecerte sacrificios//
Ave Ave Ave Madre celestial
Ave Ave Ave te canta el mortal
Penitencia y oración a todos los aconsejas
Que del hombre los pecados cesen ya sobre la tierra//
Ave Ave Ave Madre celestial
Ave Ave Ave te canta el mortal
Virgen querida de Fátima Madre nuestra no nos dejes,
Cúbrenos bajo tu manto en la vida y en la muerte//
Ave Ave Ave Madre celestial
Ave Ave Ave te canta el mortal
]]>Santisimo Cristo de Ourense
Día 3 de mayo
Celebraciones a lo largo de la mañana
Misa de 8.00:
Día 3 de mayo, martes: noveno día de novena al Santo Cristo de Ourense.
Introducción
Hoy es la fiesta del Santo Cristo de Ourense: “No hay amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos”. El Señor así lo hizo. Obediente al Padre, y por amor a nosotros, entrega su vida. Como reza el lema pastoral diocesano de este año: “levantaos, no temáis”. Es el momento del testimonio, sin miedos, sabiendo que Cristo está con nosotros, hasta el fin del mundo.
El apóstol Felipe tenía a Cristo delante de sus narices, había sido elegido como apóstol, había convivido con el Señor y visto grandes prodigios, sin embargo, quería saber más: “muéstranos al Padre”, decía.
¿Por qué nos cuesta tanto creer? ¿Te parece poco que el mismo Dios muera y resucite como prueba de su amor?
La tarea que tenemos por delante es clara, anunciar como S. Pablo a toda la tierra y hasta los límites del orbe que “Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día”.
Santo Cristo de Ourense a ti acudimos, protégenos, bendícenos y ayúdanos a llevar las cruces de cada día.
«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia.
Momento de silencio
Oración: Oh Dios – que quisiste – que tú amantísimo Hijo – sufriese por nosotros – el suplicio de la Cruz – para arrojar de nosotros – la tiranía del enemigo – concédenos a tus siervos – conseguir – la gracia de la resurrección. Por Cristo Nuestro Señor – AMÉN .
]]>Día 2 de mayo, lunes: octavo día de novena al Santo Cristo de Ourense.
CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE JESÚS
Introducción
En la víspera de la fiesta del Santo Cristo queremos meditar hoy sobre la crucifixión y muerte del Señor. Llegado al Gólgota, entre dos malhechores, un rey agoniza, todo parece concluido. Es la hora nona, impera el silencio y Cristo expiró.
Escuchamos hoy el discurso del pan de vida, tras el cual muchos discípulos del Señor dan marcha atrás y le dejan solo. Lo mismo sucede en la crucifixión, todos le abandonan, nadie quiere ser parte de un proyecto que acaba así.
La misma escena se repite con el diácono Esteban, apresado, condenado, apedreado y abandonado.
No busquemos, Señor, únicamente lo que nos gusta, creando una fe artificial y una religión a medida y uso del consumidor; eso es alimento que perece. Nuestra gloria sea Cristo, y éste crucificado.
“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia.
Momento de silencio
Oración: Oh Dios – que quisiste – que tú amantísimo Hijo – sufriese por nosotros – el suplicio de la Cruz – para arrojar de nosotros – la tiranía del enemigo – concédenos a tus siervos – conseguir – la gracia de la resurrección. Por Cristo Nuestro Señor – AMÉN .
]]>Día 1 de mayo, domingo: séptimo día de novena al Santo Cristo de Ourense.
Introducción
Seguimos celebrando con todo fervor la novena al Santo Cristo de Ourense, en este tercer domingo de Pascua. Pascua nos habla de paso de la muerte a la vida, de alegría por la victoria de Cristo. Pero el camino no ha sido nada fácil. Queremos hoy acompañar al Señor, debilitado por las afrentas, en el Viacrucis final. Llegó el momento de subir al Calvario, con la cruz a cuestas, para culminar la obra de la Redención.
El evangelio de este domingo, meditando el pasaje de la pesca milagrosa, nos remite a la preocupación del Señor por sus apóstoles. La luz de la Pascua siempre estará iluminada por la Cruz de la Pasión.
El escarnio y espectáculo público de la subida al Calvario, sometido a toda clase de vejaciones, no es un plan fracasado del Señor, sino muestra y entrega total de su vida por amor. Así lo hará, tras la gran pesca, preparando la comida para sus apóstoles, alentándoles con sus apariciones.
Así lo hará, sanando a Pedro, que tras negarlo tres veces, ahora reafirma su amor otras tantas veces y ahora será hasta el final. A ejemplo de Cristo y los apóstoles, estemos contentos de merecer ultrajes por ser fieles al nombre de Jesús.
“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia.
Momento de silencio
Oración: Oh Dios – que quisiste – que tú amantísimo Hijo – sufriese por nosotros – el suplicio de la Cruz – para arrojar de nosotros – la tiranía del enemigo – concédenos a tus siervos – conseguir – la gracia de la resurrección. Por Cristo Nuestro Señor – AMÉN .
]]>Día 30 de abril, sábado: sexto día de novena al Santo Cristo de Ourense.
FLAGELACIÓN Y CORONACIÓN DE ESPINAS
Introducción
En el día sexto de esta novena al Santo Cristo de Ourense meditamos el pasaje de Cristo siendo flagelado y coronado de espinas. No solo no creen sino que pretenden destrozarlo. Golpes, humillaciones y burlas acondicionan la salida con la cruz a cuestas camino del Calvario.
Cristo enseñaba como ningún maestro, curaba como ningún médico, profetizaba como nadie lo había hecho y hasta hacía milagros portentosos, pero seguía estorbando, querían quitárselo de en medio. Herodes lo había intentado al poco de nacer, pero ahora no hay escapatoria.
El salmo 32 nos invita a confiar en el Señor “que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti”. Esa misericordia que la humanidad no ha tenido contigo Señor. Nadie te defendió entonces. Exigimos a los demás y al mismo Dios, lo que tantas veces nosotros somos incapaces de dar.
Como socorriste a los discípulos, en la oscuridad de la noche cerrada, con viento fuerte y olas encrespadas, saliendo a su encuentro, caminando sobre las aguas, para decirles: “Soy yo, no temáis”, danos así un corazón semejante al tuyo. Un corazón donde no hay cabida para venganzas, rencores ni ajustes de cuentas, un corazón de misericordia, que sepa erradicar las espinas de la indiferencia y te sirva como Rey de verdad. Así lo hizo María y así queremos hacerlo nosotros.
“Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia.
Momento de silencio
Oración: Oh Dios – que quisiste – que tú amantísimo Hijo – sufriese por nosotros – el suplicio de la Cruz – para arrojar de nosotros – la tiranía del enemigo – concédenos a tus siervos – conseguir – la gracia de la resurrección. Por Cristo Nuestro Señor – AMÉN .
]]>