Día 11 de noviembre
Día 9º.- La diócesis de Ourense celebra a San Martín.
Tema: Fiesta de San Martín de Tours en Ourense
«Señor, si en algo puedo ser útil todavía, no rehúso ni rechazo, cualquier trabajo y ocupación que me quieras mandar».
Hoy es día de fiesta. Es la fiesta de nuestro patrono San Martín de Tours. Por eso estamos alegres. Hace poco la diócesis y la catedral de Ourense celebraban el 1700 aniversario del nacimiento de San Martín de Tours con la máxima solemnidad. En aquellas fechas Ourense estuvo presente en la basílica de San Martín de Tours en Francia: la peregrinación diocesana tuvo como meta la ciudad de la que fue obispo San Martín. Allí dejó inscrito su nombre en la cripta de la basílica. La Coral de Ruada estuvo allí solemnizando con sus cantos y música la celebración. Un hito importante en el 1700 aniversario del nacimiento de San Martín, fue la celebración de su fiesta, el día 11 de noviembre de 2016, con la presencia de once obispos, el Cabildo de la S. I. Catedral, los Señores Vicarios Episcopales, los Señores Arciprestes, numeroso clero y la catedral abarrotada de feligreses. La misa fue retransmitida para toda España por 13TV. Pero hoy, como ayer, nuestro pueblo orensano se viste de fiesta para honrar a San Martín de Tours.
Lucas, 24, 29 – 31:
“Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron”.
Interiorizamos la Palabra:
¿Cómo encontrarnos con el Resucitado? San Lucas nos responde: está a nuestro lado. Acompaña nuestro diario caminar. Hace falta tener ojos limpios, claros, llenos de fe para reconocerle. Leer la Escritura y participar en la Eucaristía nos abrirá los ojos para comprender que el Señor vive y camina a nuestro lado.
Contemplamos:
Ourense, Compostela y Mondoñedo celebran a San Martín de Tours. Muchas parroquias de Galicia y de Ourense festejan a su santo patrono. En Ourense el magosto y las hogueras de los montes que rodean la ciudad se convierten en motivo etnológico y gastronómico de la fiesta. A la fiesta de San Martín se le ha unido también ahora la fiesta de la Galeguidade. Pero, claro, mucho hacia afuera y poco hacia adentro: la devoción a San Martín es más bien poca. ¡Esperemos que vaya en aumento. Haremos lo posible!
Oramos:
“Santo eres en verdad y digno de ser glorificado, Dios que amas a los hombres y les acompañas siempre en el camino de la vida. Bendito, en verdad, tu Hijo, que está presente en medio de nosotros cuando su amor nos congrega y, como en otro tiempo a los discípulos, nos explica las Escrituras y parte el pan”. Por intercesión de San Martín de Tours concédenos vivir la alegría del Evangelio, que él nos ha predicado. Por Cristo nuestro Señor. Amén. (Cfr. Misal Romano, Plegaria Eucarística por diversas necesidades II. Dios guía a su Iglesia por el camino de la salvación).]]>





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Juan 10, 11- 14:
“Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersas; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen”.
Interiorizamos la Palabra:
Jesús explica la relación que tiene con sus ovejas: las llama por su nombre, las conoce una a una y ellas le conocen. Las saca a los mejores pastos. Todo ello indica una gran intimidad, una participación de vida, una pertenencia mutua. Jesús aprovecha el momento para anunciar que muere libremente por las ovejas para que tengan vida.
Contemplamos:
El papa Francisco señala un nuevo estilo episcopal para una Iglesia en salida a las periferias de la existencia humana: de servicio al pueblo de Dios, de vida entregada a los fieles, del pastor que anima e ilusiona a los suyos, del padre lleno de misericordia, que disculpa y perdona. Pero no de palabra, sino de obra. San Agustín define el ministerio episcopal como amoris officium: “El Obispo, cuando enseña, al mismo tiempo santifica y gobierna el Pueblo de Dios; mientras santifica, también enseña y gobierna; cuando gobierna, enseña y santifica” (Juan Pablo II, Pastoris Gregis.9)
Oramos:
“Señor Dios nuestro, que infundiste en San Martín de Tours espíritu de verdad y amor para apacentar a tu pueblo, concede a cuantos celebramos su memoria crecer en santidad, imitando su ejemplo”. Por Cristo nuestro Señor. (Cfr. Misal Romano, Común de Pastores).]]>

Juan. 13, 34:
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros igual que yo os he amado, amaos también entre vosotros”.
Interiorizamos la Palabra:
La fuerza de las palabras de san Juan es enorme: “como el Padre me ha amado, así os he amado yo: permaneced en mi amor”. Es decir, en el amor que os tengo. Se trata de recibir el amor del Padre, de consentir en el amor de Jesús, que es “comunión” con Dios y permanecer siempre en esta adhesión a Cristo. Quien vive en Cristo, no podrá hacer otra cosa más que actuar como Él.
Contemplamos:
Se nos han roto los sostenes clásicos del amor en la sociedad actual: el matrimonio, la familia, el hogar, la buena vecindad, la amistad verdadera. Desconfiamos los unos de los otros. Yo y mis gustos se constituyen en norma de comportamiento. El amor auténtico de entrega y generosidad por la persona amada no se valora. Manda la ley del aprovechamiento. Nos falta la unión con Dios en Cristo Jesús por el Espíritu: “permaneced en mí amor”.
Oramos:
“Señor, abre nuestros ojos para que conozcamos las necesidades de nuestros hermanos, inspíranos las palabras y las obras para confortar a los que están cansados y agobiados, siguiendo el ejemplo y mandato de Cristo”. Te lo pedimos por intercesión de San Martín, que renunció a las amas por amor, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. (Cfr. Misal Romano, Plegaria eucarística por diversas necesidades. IV. Jesús Pasó haciendo el bien).![300px-St._Martin_of_Tours[1]](https://catedralourense.com/wp-content/uploads/2018/11/300px-St._Martin_of_Tours1-1300x731.jpg)
Mateo 5, 9: “Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios”.
Interiorizamos la Palabra:
La paz es orden, perfección, acabamiento. Es el don de Dios por excelencia. La verdadera paz sólo la da Dios. Pero el hombre debe trabajar día a día para establecerla. El camino es obrar en derecho y en justicia. La bienaventuranza de la paz y de la misericordia sitúa al hombre frente al prójimo necesitado de ayuda. Reconciliar a los hombres entre sí es trabajar por la paz: familias, vecinos, enfrentamientos políticos…
Contemplamos:
El siglo XXI se presenta cargado de violencia: atentados terroristas nunca imaginados, guerras de “primaveras árabes”, persecuciones religiosas, migraciones causadas por el hambre, la guerra, la persecución, la insolidaridad. Tanto es así que el papa Francisco habla de una tercera guerra mundial “a trozos”. Algo está cambiando en el mundo, pero no acertamos a discernir el camino de la paz y de la harmonía universal.
Oramos:
“Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles “la paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédenos la paz y la unidad”. Te lo pedimos por intercesión de San Martín de Tours, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. (Cfr. Misal Romano, Rito de la paz).]]>




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El Excmo. Cabildo de la Catedral, el Deán – Presidente del Cabildo y los Srs. Canónigos se unen al homenaje, merecidísimo, de la Coral de Ruada.

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