viernes, 30 de diciembre de 2022
Sagrada Familia

En esta fiesta de la Sagrada Familia nos acercamos a contemplar, de la mano de la Virgen María y de san José, el misterio del Dios encarnado por amor a nosotros, pidiéndoles que nos ayuden a descubrir la familia como lugar privilegiado de acogida y discernimiento de la vocación al amor. Oremos en esta celebración para que nuestros hogares sean semillero de vocaciones a los diversos estados de la vida cristiana.

ORACIÓN
Oh, Dios, te damos gracias porque nos permitiste participar de tu paternidad divina al darnos como don y regalo a nuestros hijos. Son tuyos y a ti te los ofrecemos. Te pedimos que nunca se aparten de ti: líbralos de todo mal, llévalos por el camino de la vida, protégelos al abrigo de tu corazón, cuídalos y consérvalos buenos, firmes en la fe y sanos en su alma y en su cuerpo. Dales luz para conocer tu proyecto de amor para ellos y la fuerza de tu Espíritu que los haga valientes para cumplirlo.
Y a nosotros, concédenos ser buenos padres para que a través de nuestro testimonio descubran el amor que les tienes. Que nuestra familia sea Betania donde tu corazón descanse, “iglesia doméstica” en que se alimente y cuide la vida de santidad, y semillero de vocaciones de los distintos estados de la vida cristiana.
A la Sagrada Familia de Nazaret confiamos nuestro hogar: guardadnos en vuestro amor y guiadnos siempre hasta el hogar del cielo. Amén.


































Día 6º de la novena: Lectura bíblica del sexto día: Hechos de los Apóstoles 1, 12-14 2Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. 13Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago. 14Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Meditación: Toda comunidad debe tener una cabeza y un corazón: la comunidad cristiana tiene a Jesucristo como cabeza y a María como corazón. Si quieres que tu apostolado sea fecundo y que el cansancio no te venza, ponte siempre bajo la protección de María. Profundización Como marco «¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!». Y enseguida oyó una voz que recomendaba llevar la medalla y repetir a menudo aquella oración-jaculatoria, y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen. ¿Dejaremos nosotros de hacerlo? Sería imperdonable dejar de utilizar un medio tan fácil de aseguramos en todo momento el favor de la Santísima Virgen.]]>
