8º día de la novena, san José Obrero.
Somos cristianos y por su Sangre participamos de su Nombre, porque somos suyos.
El becerro de oro de todos los tiempos
Se han hecho un dios a su medida. Un dios más cercano que el Dios de Moisés. Pueden adorarlo en el desierto sin tener que subir a la montaña (Marko Rupnik, Manrresa).
En el Evangelio, se concluye el discurso de «Jesús, buen pastor». Cuando los judíos le preguntan si Él es el Mesías, dice que sí, repite su condición de pastor que da la vida por las ovejas y añade: Yo y el Padre somos uno. Nadie jamás en la historia ha pronunciado algo así. La palabra «pastor bueno» se puede traducir también como «pastor bello». Desde la teología se puede entender esto como expresión de que Jesús enamora y seduce por su amor entregado. Así lo entendió San Juan de la Cruz en sus versos: «Un pastorcico solo está penado ageno de plazer y de contento y en su pastora (la Iglesia) puesto el pensamiento y el pecho del amor muy lastimado penado».
«Por tu pasión y muerte de cruz, bendito Cristo de Ourense, ampáranos en la vida y en la muerte”. Pidamos al Santo Cristo de Ourense por nuestras intenciones y por las intenciones de toda la Iglesia. Momento de silencio